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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a su llegada a Pekín
Foto: LA MONCLOA[/caption]
Mientras la guerra comercial está en pausa, menos con China, el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, se ha trasladado desde Vietnam a Pekín en su viaje oficial para reunirse con el presidente de China, Xi Jinping, quien ha puesto en valor la "amistad" entre su país y España, al considerarla como "la elección correcta". El líder chino ha expresado a Sánchez su deseo de que China y los países de la UE "resistan juntos al acoso unilateral" de Donald Trump.
El presidente de China ha hablado durante su encuentro con el presidente español, que realiza su tercera visita oficial al país asiático en tres años, sobre los "múltiples riesgos y desafíos" que han surgido en todo el mundo, y ha apostado como solución por "la solidaridad y la cooperación" para mantener la paz y la estabilidad mundial, además de "promover el desarrollo y la prosperidad".
En opinión de Xi Jinping, "cuanto más turbulenta y caótica sea la situación internacional, más importante es la estable y firme relación de desarrollo entre China y España". Y para lograr esta relación se ha mostrado dispuesto a reforzar los lazos a través del acuerdo de Asociación Estratégica Integral, firmado hace 20 años entre ambos países. También le ha propuesto (para que se lo transmita a los socios europeos de España) "añadir impulso" a las relaciones entre Pekín y Europa.
Frente a las subidas cortoplacistas de aranceles impuestas por Estados Unidos, China pide al resto de los países que tengan una visión "a largo plazo". En ese nuevo tablero de socios comerciales que parece va a surgir, el líder chino ha apostado por "consolidar (entre China y España) los pilares políticos de apoyo mutuo, confianza, respeto y apoyo en asuntos que implican sus intereses centrales y principales preocupaciones, especialmente en la salvaguarda de la soberanía y la integridad territorial".
"China quiere hacer un buen uso de las ventajas de una cooperación complementaria y mutuamente beneficiosa con España", le ha explicado a Sánchez, al que le ha propuesto "crear más resultados mutuamente beneficiosos de esta cooperación", según recoge el comunicado del Ministerio de Exteriores chino tras la reunión celebrada entre ambos mandatarios.
Para Xi Jinping, "China y Occidente son fuerzas positivas que apoyan el multilateralismo y la cooperación", por lo que ambos bloques económicos deben "promover la construcción de un sistema de gobernanza global justo y razonable, mantener la paz y la seguridad mundial y promover el desarrollo y la prosperidad común".
En esta mano tendida a la Unión Europea, el presidente chino ha subrayado que su país siempre ha considerado a la UE como "un polo importante en un mundo multipolar". Es este el motivo por el que China está dispuesta a "apoyar la unidad, desarrollo y crecimiento" europeo. Para el líder chino, ante la situación actual es importante "construir conjuntamente los pilares de la paz, el crecimiento, la reforma y la civilización entre China y Europa".
No habrá ganadores en la guerra comercial
Los dos mandatarios han coincidido en asegurar que la guerra arancelaria abierta por Estados Unidos "no tendrá ganadores", y Xi Jinpg incluso ha ido más allá, afirmando sobre Trump que "ir contra el mundo sólo puede terminar en el autoaislamiento". "Desde hace más de 70 años, China siempre ha dependido de su autosuficiencia y duro trabajo para el desarrollo. Nunca ha dependido de regalos de nadie y no teme una represión poco razonable", ha explicado.
"No importa cómo cambie el ambiente externo, China reforzará su confianza, mantendrá su determinación y se centrará en hacer sus cosas", ha dicho Xi, para quien tanto China como la UE "son grandes economías mundiales y firmes defensores de la globalización económica y el libre comercio".
Esta afirmación la ha basado en los datos, porque "el volumen económico total entre ambas partes supera un tercio del volumen económico total en el mundo" y ante su peso económico, "China y la UE deben cumplir sus responsabilidades internacionales, mantener conjuntamente la tendencia de globalización económica y resistir juntas al acoso unilateral".
"No sólo para salvaguardar sus propios y legítimos intereses y derechos, sino para salvaguardar la justicia internacional y las normas y el orden internacional", ha concluido, dando así respuesta a las subidas de aranceles que le está aplicando Estados Unidos a su país, y que ya van por el 145%.
