El petróleo sigue bajando su precio mientras el euro se hace más fuerte frente al dólar
Las Bolsas responden a los aranceles de Trump con una caída cercana al 2%
01:09hPagina …

La respuesta a la entrada en vigor de los aranceles de Donald Trump no podía ser otra por parte de las Bolsas de todo el mundo: caída y pérdida multimillonarias. Las Bolsas europeas no han sido una excepción, ya que a la Unión Europea le han 'caído' un 20% de aumento de los aranceles de las exportaciones a Estados Unidos.
Tras una apertura que llegó a alcanzar un 3% de caídas, las Bolsas europeas a lo largo de la jornada han bajado las pérdidas al 2%. El Ibex 35 mostró en todo momento el color rojo en todos los valores que cotizan en el índice español, con la banca a la cabeza de las pérdidas aunque también se han visto particularmente afectadas las empresas vinculadas al petróleo, tras el hundimiento de su precio, como Repsol.
Los parqués del Viejo Continente seguían, por tanto, la estela dejada por las Bolsas asiáticas, que también llenaron de rojo los paneles donde se reflejan la evolución de los valores. Uno de los más castigados fue el Nikkei japonés, que registró una caída cercana al 4%, pese a las ganancias del 6% de la jornada precedente.
Pero en Estados Unidos, la sesión de la víspera de la subida de los aranceles tampoco fue positiva. Y en la apertura, los mercados de futuros de Wall Street mostraban caídas de más del 2%, con la amenaza de entrar en un mercado bajista como ocurrió en 2022.
Si hay algún instrumento más sensible a los cambios es la Bolsa, y la entrada en vigor de los aranceles supone una hecatombe. A lo largo de las próximas semanas se esperan nuevos vaivenes, a medida que se vayan conociendo los acuerdos comerciales a los que aspira Donald Trump, país por país. Y también a la espera de la respuesta de algunos, como la de los países pertenecientes a la Unión Europea, que responderán con una sola voz. Se negocie sobre lo que se negocie repercutirá en la Bolsa, como le está ocurriendo al sector bancario o a las empresas más expuestas por la política arancelaria de Trump o lo que está sucediendo en el resto de los mercados, como el de las materias primas, divisas, bonos o valores refugio.
Los más optimistas, dentro de esta pésima situación, aconsejan aprovechar las oportunidades, con unas acciones cuyos valores están cayendo a mínimos es el momento de comprar, porque en situaciones normales los inversores más modestos no se lo podrían permitir. Eso sí, a la hora de realizar compras de acciones hay que diversificar, no poner todo el dinero en un solo valor, y buscar que la empresa de la que se compran acciones no pertenezca a un sector expuesto a los vaivenes de la política de Trump. No se puede olvidar que la guerra comercial no ha terminado, y de que todo es susceptible de empeorar, pese a mejoras momentáneas. La prudencia es el consejo en el que parecen coincidir los expertos.
El mercado de bonos entra en pánico
Desde el pasado jueves las Bolsas están en pérdidas, con excepción del martes. Pero otros mercados por donde el dinero circula también han salido malparados. A la cabeza se encuentra la renta variable que se ha unido a la debacle de los bonos. Los inversores han dado de ver a Estados Unidos como un refugio dinero donde dejar su dinero. Las ventas se han acelerado en el mercado de bonos del Tesoro estadounidense. Los 58.000 millones de dólares sacados en la subasta del Tesoro de EEUU tuvieron una débil demanda, un reflejo claro de cómo está la situación, y sin olvidar que el 25% de la deuda pública estadounidense se encuentra en manos extranjeras, unos 28 billones de dólares, y casi el 5% en manos del Estado chino, y otro tanto de Japón, y no parece que ambos países estén por la labor de seguir comprando deuda de EEUU para que el país de Trump consiga la liquidez necesaria para atender a todos sus gastos y reducir su déficit fiscal. A ello se suma el deseo de Trump de bajar impuestos. La economía estadounidense está cayendo en un círculo virtuoso que le lleva a la recesión.Así lo refleja el bono estadounidense a 10 años, que hasta los anuncios de Trump ofrecía una rentabilidad del 4%, y en unos pocos días han bajado al 3,9%, ante el temor de una recesión económica a nivel mundial. El problema es que los inversores en su búsqueda de asegurar su dinero se han encontrado que ha subido el precio de los bonos, mientras ha caído su rentabilidad.
También las divisas han visto movimientos bruscos, con una devaluación del dólar próxima al 1%, al cambiarse 1,105 dólares por cada euro, una devaluación que sigue beneficiando a Estados Unidos, al salir más barato comprar sus productos. En contrapartida, el euro se está convirtiendo en un valor refugio, arrebatando la posición al dólar que ahora es motivo de desconfianza en los mercados.
Por lo que respecta a la perspectiva de próximas bajadas de tipos de interés, no se sabe qué hará la Fed de Jerome Powel a la exigencia de Trump que baje los tipos, pero sí parece más despejado en Europa que el BCE podría aplicar una nueva bajada del precio del dinero europeo, a fin de frenar la caída de la actividad económica.
El petróleo, en caída libre
A principios de semana se hablaba de que el precio del petróleo descendía a niveles de 2022, a mediados de semana ya se habla de que el precio del crudo entra peligrosamente en el nivel de rentabilidad para muchos productores de Estados Unidos. En estos momentos, la amenaza de una recesión de la economía a nivel mundial, que traería una caída de la demanda por la debilidad del consumo ante el efecto de los aranceles, choca con un crecimiento de la oferta. Es decir, hay más petróleo del que se necesita y se quiere comprar.
Y dentro del mercado de materias primas también hay que destacar que el oro, el valor refugio de todas las crisis económicas, ha incrementado este 9 de abril un 2% su precio y se aproxima cada vez más al máximo histórico de los 3.000 dólares la onza que se registró a finales del mes de marzo.
Por su parte, el oro, un activo considerado refugio en tiempos de incertidumbre, sube este miércoles algo más del 2% y se aproxima a sus máximos históricos por encima de los 3.000 dólares.