La rabia que no cesa

29/12/2012

Daniel Serrano. Tic tac. 2012 se ha acabado y ha sido (otra vez) El Año En Que No Hicimos La Revolución. Pero, al menos, lo intentamos.

Y (mira qué bien) las revueltas que han adornado las calles de nuestras ciudades a lo largo de estos últimos doce meses han inspirado a Kiko Amat una suerte de comedia romántica con paisaje de disturbios: Eres el mejor, Cienfuegos. ¡Kiko Amat! Again.

Mil y una veces he confesado mi debilidad por Kiko Amat y su literatura pop, tan deudora de Nick Hornby y de la prosa de fanzine semiclandestino que, fotocopia a fotocopia, moldeó nuestro carácter allá por la pubertad. Amat conserva esa pulsión adolescente que todo mod se resiste dar por clausurada y por eso en sus novelas la revolución es posible. Aunque decíamos arriba que Eres el mejor, Cienfuegos es una suerte de comedia romántica. Sí. O más bien una comedia de desamor, una comedia trágica con momentos dolorosísimos para cualquiera que haya cumplido los cuarenta años (como el protagonista) y siga pretendiendo bailar en la calle, tirar piedras a la policía y plantar la bandera roja en el Reichstag. O sea que, como en El apartamento y las obras de humor que realmente merecen la pena, por cada risa Kiko Amat nos induce a ofrendar una lagrimita. Sniff. Pero no nos confundamos: es tan divertido el desastre vital de Cienfuegos, su habilidad para provocar (cual inspector Closeau en cacharrería) todo tipo de cataclismos. De hecho, algunos de los pasajes de esta novela me han recordado al mejor Blake Edwards. Caídas, tartas en la cara, copas de champán por el suelo, equívocos. Y en medio de todo, siempre Cienfuegos: periodista cultural abocado a lamer culos del mainstream/promesa incumplida de la literatura/enfermo de la neurosis de la mediana edad/padre de un crío/solo, fané y descangallado a causa de su bella ex mujer.

Por no hablar de los fabulosos secundarios que contiene este relato. Me quedo (entre otros) con el viejo crítico musical apodado el Remember y con su envidiable código de honor:

“1. Nunca cruces la línea de un piquete.

       2. Nunca trabajes en publicidad.

       3. Nunca te fíes de la lujuria.

       4. Nunca te mezcles con gente más mala que tú.

       5. Nunca olvides el pasado”.

Siguiendo a rajatabla las anteriores indicaciones es casi imposible ser mala persona.

Pero hay más, mucho más, en esta novela. Hay, por ejemplo, cientos de alusiones a la cultura pop y a la música. Amat cita un verso de Aviones plateados, Amat menciona a los Flying Burrito Brothers, Amat se burla convenientemente del disco Give my regards to Broad Street del Paul McCartney posBeatles (disco que yo me compré en edición music-cassette pirata con 12 o 13 años), Amat (al final) dice que escucha de modo recurrente una canción de los Lemmonheads (yo otra), Amat sentencia (con total acierto) que el Phil Collins de Another day in Paradise es una de las cosas más repugnantes que ha sucedido en el pop de las últimas décadas.

Y escribe sobre el amor y suena así:

“Eloísa dejó de quererme (…) y las ciudades que visitamos se convirtieron en cenizas”

       Un pedacito de poesía incrustado en una novela.

De Eres el mejor, Cienfuegos (como siempre) me gusta casi todo. O todo menos el título y el arranque de la novela, con una incomprensible reiteración “mal año”/ “treinta y cinco años” que a un maniático como yo le chirría en exceso.

En todo caso, Kiko Amat nunca falla. Así que, ya saben, si les apetece una lectura pop, divertida y (¡sí!) con un esperanzador happy end, esta es una opción de lo más recomendable.

Esta es mi generación, qué caramba. La de Kiko Amat, la que bailó el pogo del rock radical, gritó IN-SU-MI-SION, bebió leche de pantera en Chapandaz y todavía hoy defiende el humo purificador de las barricadas. Más allá de los cuarenta y empujando el carrito del bebé. Da igual. La vida sigue. La rabia no cesa.

Eres el mejor, Cienfuegos. Kiko Amat. Anagrama. 280 páginas.

¿Te ha parecido interesante?

(+2 puntos, 2 votos)

Cargando...

Aviso Legal
Esta es la opinión de los internautas, no de diarioabierto.es
No está permitido verter comentarios contrarios a la ley o injuriantes.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.
Su direcciónn de e-mail no será publicada ni usada con fines publicitarios.