En el caso de la reestructuración de la red de oficinas, que se reducirá en 150 sucursales, ya han cerrado la mitad. Además, un tercio de la red (unos 200 locales) ya ha cambiado su imagen para lucir el logotipo y colores de Unnim.

Se trata de las oficinas de los territorios no históricos de las tres cajas integradas: Madrid, Valencia, Sevilla, Zaragoza y Girona, así como las sucursales que se han fusionado por solapamientos en un área. El proceso se completará en toda la red durante el primer semestre de 2011, ha explicado a Europa Press el director general de la entidad, Enric Mata.

Según el plan estratégico 2010-2013, Unnim logrará un beneficio antes de impuestos de 150 millones de euros en 2013. Este 2010 lo cerrará con un beneficio neto de 39 millones, incluyendo los costes derivados de la fusión, lo que «se ajusta mucho» a lo previsto, ha afirmado Mata.

Esta cifra es un 42% inferior al beneficio de las tres cajas antes de la fusión, ya que en 2009 ganaron 68,2 millones: 35,8 millones Caixa Terrassa, 28 millones Caixa Sabadell y 4,4 millones Caixa Manlleu. Tras absorber los costes de la integración, de unos 180 millones, las sinergias empezarán a reflejarse en los resultados a partir de 2012.

Respecto a los órganos de gobierno, Unnim constituyó el nuevo consejo y asamblea el mismo mes de la fusión, en julio, y tiene en funcionamiento todos los nuevos organismos de gestión, desde las comisiones ejecutiva y de control a los comités sectoriales y los tres consejos territoriales, así como los cargos vinculados a la obra social.

En un plazo de dos años, Unnim prevé contar con unas 610 sucursales tras el cierre de 150, un 20% del total antes de la fusión, y con 2.900 empleados tras reducir plantilla en 530 personas.

Este año ya habrán abandonado la entidad unas 135 personas (el 25% del excedente) a través de prejubilaciones y del ERE pactado con los sindicatos. El grueso, unos 300 trabajadores, saldrá en 2011, y otros 50 en 2012.