No hay discusión. Todos los informes de perspectivas para este año coinciden en que la incertidumbre continuará imperando en los mercados financieros durante este año. Con matices que mejoran las expectativas respecto a 2011: los tipos de interés de referencia se mantendrán en mínimos históricos, con expectativas de inflación inferiores, y están ya en marcha medidas que garantizan la liquidez del sistema en Europa. Dos buenas noticias para los mercados, que se animarían aún más si hay finalmente acuerdo sobre la quita de la deuda griega y si se producen avances reales en el pacto fiscal en la Unión Europea. En este contexto, Inverco trata de combatir la incertidumbre con mensajes de optimismo que animen a los partícipes en fondos de inversión y en planes de pensiones.
El primero de ellos tiene relación con la reforma financiera aprobada por el Gobierno. El proceso de reestructuración provocará, según Miguel Ángel Rodríguez, de Ahorro Corporación y presidente de la Agrupación de Fondos de Inversión de Inverco, una bajada en la rentabilidad ofrecida por los depósitos y otros productos de pasivo, que puede provocar trasvases de dinero hacia otros instrumentos, propiciado por las menores necesidades de liquidez de las entidades. Para Mariano Rabadán, presidente de Inverco, “las rentabilidades de los fondos serán superiores a la de los depósitos”. Y aporta otro argumento: “las entidades financieras saldrán más reforzadas de la reforma financiera, por lo que podrán acceder a los mercados, y reducir así su dependencia de los depósitos, y eso da más atractivo a los fondos de inversión”.
Además, la subida de impuestos, que penaliza a las rentas de capital para este y el próximo ejercicio, favorece a la inversión colectiva al ofrecer al inversor la posibilidad de utilizar el diferimiento fiscal de esas rentas hasta que deje de tener efecto esa penalización.
Por tanto, Inverco maneja que habrá un flujo positivo de dinero hacia la inversión colectiva, por vez primera desde que comenzó la crisis. Tanto los fondos de inversión como los de pensiones registrarán un comportamiento “moderadamente positivo” durante este año.
Esto se traduce en que tanto la rentabilidad de los fondos como las suscripciones netas serán positivas. El volumen de activos crecerá el 4,6% sobre 2011, hasta los 211.100 millones de euros. Los FIM, los fondos de inversión mobiliarios, registrarán un aumento del 5,1%, con suscripciones netas (aportaciones menos reembolsos), y terminarán el año en curso hasta los 134.300 millones.
Los fondos de inversión inmobiliarios se situarán en los 3.500 millones. Las sociedades de inversión, en los 25.300 millones, el 3,4% más. Y las instituciones de inversión colectiva extranjeras, en los 48.000 millones, con un incremento del 6,7% sobre 2010.
Sobre los datos de 2011, el patrimonio cayó el 7,8%, hasta los 201.728 millones, destacando los fondos inmobiliarios, con un descenso del 26,6%. Sólo los FIM garantizados de renta fija se salvaron de la quema, al pasar del 18% al 27% del total de fondos. Los traspasos acapararon el 55% de las suscripciones brutas realizadas el año pasado (50.962 millones) y el 20,8% del patrimonio medio. La renta fija supone el 78,1% de la cartera total, con seis puntos más para la nacional mientras la renta variable baja hasta el 7,4%. El número de inversores bajó el 7,4%, hasta los 6,2 millones.
Pendientes de los incentivos fiscales
Las perspectivas sobre los planes de pensiones son también optimistas, teniendo en cuenta el contexto de incertidumbre. Tanto la rentabilidad como las aportaciones netas serán positivas, y el volumen de los fondos de pensiones aumentará el 4%, hasta los 86.350 millones de euros. El sistema individual crecerá el 3,7%; el de empleo, el 4,6%, y el asociado, el 1,7%.
Si el Gobierno cumple con su promesa electoral y elimina la penalización fiscal a la percepción del dinero en forma de capital en vez de cómo renta, ayudará al sector, ya que el 59,2% de los partícipes opta por esa fórmula. Fermín Álvarez, de Fonditel y presidente de la Agrupación de Fondos de Pensiones de Inverco, reclama incentivos fiscales para que las empresas aporten dinero a los fondos de empleo de sus trabajadores. Y Ángel Aldama, secretario general de Inverco, propone que las pymes puedan hacer aportaciones al plan de pensiones individual de cada uno de sus trabajadores.
En 2011, el patrimonio de los fondos de pensiones cayó el 2,1%, hasta los 82.992 millones. Destaca el fuerte incremento de partícipes que rescataron dinero de sus planes por desempleo prolongado (el otro supuesto es el de enfermedad grave): 71.176 personas (43.428 en 2011) y 326,5 millones de euros (219,8 millones un año antes).
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