El Gobierno puede dar a conocer en las próximas horas el contenido de la reforma del sistema financiero y la forma en que se va a conseguir que el sector aflore unas provisiones por valor de 50.000 millones de euros para hacer frente al deterioro del negocio del ‘ladrillo’ lo que provocará, sin duda, un proceso de concentración que pondrá patas arriba al sistema financiero español. Y es precisamente este vuelco el que parece preocupar más a Ángel Ron que, en la presentación de resultados de la entidad, alertó contra un posible exceso de concentración permitido por el Gobierno.
Ron, que curiosamente coincidió en bastantes aspectos con el presidente del Santander Emilio Botín, no dudó en alertar de los problemas que pueden surgir si las nuevas provisiones son excesivas. El presidente del Popular explicó que es partidario de que las provisiones “se hagan lo más rápidamente posible” entre otras cosas porque a “los bancos cotizados los mercados se las van a exigir desde el primer momento”. Va a dar lo mismo que el Gobierno de un plazo o no, señaló; la realidad es que los mercados van a descontarlo desde el principio y, por lo tanto, “lo que van a tener en cuenta es la capacidad de las entidades para generar los recursos necesarios” con los que hacer frente a la situación actual y generar resultados en el futuro.
En algunos momentos de su comparecencia pública parecía que era el propio Botín el que hablaba. Puso el énfasis en la necesidad de que las entidades ‘zombies’ desaparezcan y puso como pieza clave para saber si se es o no una entidad ‘zombie’ el margen de explotación que sean capaces de generar. Lo mismo que Botín el día anterior cuando presumió de la capacidad de su entidad de generar 25.000 millones de euros recurrentes cada año. En una cantidad más pequeña, acorde a su tamaño, pero Ron destacó lo mismo: “es necesario pone el acento en la capacidad de generar recursos de las entidades” y no tanto en el agujero que puedan o no tener en un momento dado.
Discrepó, no obstante, en la petición de Botín de que las provisiones se hagan totalmente a lo largo de este año porque “la capacidad de generación de resultados por la actividad en España es de 23.000 millones de euros y lo que se quiere alcanzar es justo el doble”. Por eso se decantó más porque el plazo se alargue a dos años, y se pueda hacer contra reservas y no solo contra resultados, porque dar beneficio cero durante dos ejercicios no es bueno.
Y también coincidió, y en este caso, prácticamente con las mismas palabras, al hablar de Bankia y su futuro: “es una excelente franquicia y estoy seguro de que saldrá adelante”. Parecía como si hubiera una consigna para separar a la entidad presidida por Rodrigo Rato de las demás entidades surgidas a partir de algunas cajas de ahorros que parecen llamadas a desaparecer con las nuevas exigencias de provisiones.
Ron presumió de ser el primer banco que se adelantó a la situación actual en varios aspectos: “en 2007 iniciamos el adelgazamiento de la capacidad instalada. La redujimos en un 13%, lo que está haciendo el sector varios años después”; “en el primer trimestre del año pasado ya hicimos una provisión extraordinaria por las plusvalías de vender parte del negocio del seguro a Allianz”, como algunos han anunciado al cierre de 2011”.
El presidente del Popular puso el acento sobre el futuro de los bancos, él tampoco quiere hablar de la banca en su conjunto sino de entidades que han hecho los deberes y las que no lo han hecho, marcando tres líneas básicas de análisis: quienes puedan reducir su capacidad instalada en una proporción razonable (entiende que en el sector en su conjunto sobre el20% de la existente); quienes tengan un menor apalancamiento exterior y quienes no tengan una rentabilidad de su negocio estructuralmente baja.
No dio nombres en absoluto pero dejó claro que quien ha fiado su negocio financiero a la concesión de hipotecas residenciales a tipos bajos tiene poco futuro y que lo mejor es el mix entre banca de particulares, con gran vinculación de sus clientes, y de las pequeñas y medianas empresas que en la actualidad son quienes dan un mayor margen de negocio.
En un aspecto que le diferencia de los demás responsables de los bancos españoles, Ron rompió una lanza por la actividad inmobiliaria y constructora en España por entender que juega un papel importante en la formación del PIB español y porque entiende que constituye uno de los pilares básicos del crecimiento de la economía española. “Deprimir mucho los precios de la vivienda”, arrimó, “puede además tener un efecto importante no solo sobre la actividad inmobiliaria sino también sobre el ‘efecto riqueza’ de las familias y por lo tanto sobre el consumo de las mismas”.
Por lo que se refiere a las cifras de la actividad del Popular en 2011, el presidente destacó en primer lugar la compra del Banco Pastor, que se materializará en el primer trimestre de este ejercicio (más del 80% de los accionistas del Pastor han aceptado el canje de acciones) y que, según él, explica que el Popular no haya hecho un esfuerzo superior en 2011 en saneamientos y provisiones. La fusión generará una liberación de provisiones de 1.600 millones de euros contra patrimonio que permitirá elevar la cobertura hasta el 54% de los créditos problemáticos, uno de los más altos del sector.
Ron, que presumió en varias ocasiones de haber preparado la fusión del Pastor sin contar con ayudas públicas se mostró partidario de solicitarlas en el supuesto de pujar por quedarse en las subastas del FROB con cualquiera de las entidades intervenidas.
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