Fainé: “En cualquier adquisición, mantendremos la sede en Barcelona y la mayoría de control de La Caixa”

27/01/2012

Joan Carles Valero. Isidro Fainé, presidente de CaixaBank y de La Caixa subrayó ayer en un encuentro con los periodistas posterior a la presentación de resultados que “siempre, en cualquier adquisición o fusión, mantendremos la sede en Barcelona y el control de la entidad resultante”.

Juan María Nin, que en el transcurso de la rueda de prensa de presentación de resultados creó cierta confusión al declarar a una pregunta sobre Bankia que “no sólo es factible la fusión, sino que un grupo más grande haría más obra social, lo que supondría más carbón para nuestro modelo”, matizó minutos después que se refería a cualquier fusión, ya que supondría aumentar el tamaño de la entidad y, por tanto, la generación de resultados que repercutiría positivamente en mayor beneficio para la Obra Social por la vía del dividendo social.

Por su parte, Fainé dejó muy claro que cualquier operación que pudiera derivarse en el proceso de concentración bancaria con protagonismo de La Caixa, “la sede siempre estará en Barcelona y La Caixa mantendrá la mayoría en el consejo de administración”, aunque para ello baje hasta el 40% de control en el capital. El presidente de CaixaBank, que sonreía cuando se le preguntaba por una futura CaixaBankia, no se pronunció en ningún momento a favor ni en contra de una fusión con Bankia. Y abrió otros escenarios al declarar que “me interesa todo, dentro y fuera”. Y puso el ejemplo de la participación de la entidad española en el banco portugués BPI. “El mundo no acaba aquí en España”, subrayó Fainé. Y añadió: “vamos fuera porque seguimos a los clientes y vamos donde hay más flujo, como es el caso de China, la Europa del Este y América”. Otra cosa que también dejó clara el presidente de CaixaBank es que “no compramos el cien por cien de bancos extranjeros porque para hacer las cosas bien hay que conocerles muy bien”. En este sentido, se mostró más partidario de orientar las operaciones de fusión dentro de España, al decir que “si hay una buena ocasión no la dejaremos pasar”.

Sin abandonar el escenario de mayor concentración del sistema financiero español, Fainé reconoció que “tenemos delante una ola de fusiones en Europa y también en EEUU”. Pero subrayó que a La Caixa “lo que nos interesa es cumplir nuestra misión, la obra social, y cualquier operación debe seguir manteniendo la obra social, porque es lo que nos condiciona. En este sentido, insistió que “sería estupendo” que cualquier operación dé como resultado “una Caixa que aunque en todo el mundo tuviéramos el 40% obtengamos tres veces más dividendos”. En estos momentos, La Caixa mantiene el 70% de CaixaBank, pero en 20 años vista, Fainé anticipa que “La Caixa seguirá manteniendo el control del banco, la mayoría en el consejo y la sede en Barcelona”. Incluso en el caso que acabe convirtiéndose en la primera institución europea, puso como ejemplo.

Tanto empeño en la Obra Social no es baladí. A juicio de Fainé, “es la finalidad última que justifica nuestra labor financiera. Por eso –añadió- La Caixa tiene su origen fundacional en la obra social y por eso la rentabilidad de CaixaBank es muy importante tanto para sus accionistas minoristas como para La Caixa en su realización a través del dividendo social, que para este año 2012 se mantiene, por quinta vez consecutiva, en los 500 millones de euros de presupuesto.

En cuanto a las posibles presiones que La Caixa pudiera recibir por parte del Gobierno, Fainé negó la mayor, y aunque reconoció que “es cierto que hay intención por parte del Gobierno de ayudar al mundo de las fusiones, y en ese sentido, tiene cierta lógica porque el momento de contracción durará unos cuantos años”. Fainé añadió en el encuentro posterior con los periodistas que “si me obligaran a hacer algo abandonaría la presidencia de La Caixa”.

El presidente de la entidad agregó que “con el panorama de 3 o 4 años que tenemos delante es lógico que se piense ayudar a las fusiones y en ese sentido estamos yendo”. No obstante, señaló la importancia de lo que ya se está haciendo, porque de las 45 cajas que había ahora hay 14 grupos, cinco procesos están en integración con ayudas y tees fusiones nacionalizadas. En este periodo, apuntó el director general, Joan María Nin, se han cerrado 4.975 oficinas en España y han perdido su empleo o aceptado salir unas 18.000 personas. Fainé añadió que “en este periodo de tres años han cambiado 31 presidentes de cajas y 27 directores generales. La movida es tremenda en España –agregó-, ya que en otros países como Alemania, no hacen cambios. Una reducción del sistema financiero que continuará con la desaparición de otro 20% adicional en la restructuración que se avecina, según prevé Nin.

En la presentación de resultados, la Caixa señala para este año un crecimiento del PIB en España del -1%, mucho más optimista que el Banco de España o el Fondo Monetario Internacional (-1,5 y -1,7%, respectivamente). Fainé justificó esta previsión en el servicio de estudios de la entidad. El presidente de La Caixa subrayó que “pensamos que la bajada del crecimiento puede ser más o menos del 1%, pero puede ser menos que el FMI y Banco España. Si empezamos a hacer los deberes bien, puede corregirse.  No obstante, mi impresión es que no irá tan mal”.

Respecto al denominado banco malo que aglutine los activos dudosos, Fainé reconoció que “nunca me ha gustado esa palabra, cuando no se sabe a ciencia cierta lo que es el riesgo malo, ya que no sólo es el inmobiliario”. En este sentido, al presidente de CaixaBank propuso la idea de un “banco de suelo, que es a más largo plazo”. A su juicio “debería estudiarse, pero no parece que se vaya por este camino, pero esa solución de un banco del suelo sería buena para aparcar durante unos años activos que luego se irían poniendo en el marcado”.

Tanto Fainé como Nin calificaron 2011 como “un año histórico”, al ser el primer ejercicio de CaixaBank y haber elevado las provisiones hasta batir un récord. Una actividad en la que la entidad lleva cinco años incrementándolas, hasta alcanzar más de 14.000 millones de provisiones. El esfuerzo en provisiones y saneamientos ha sido en 2011 “titánico”, al aportar 2.413 millones en dotaciones recurrentes y extraordinarias y otros saneamientos extraordinarios de 706 millones. En total, han sido 3.119 millones en dotaciones y saneamientos extraordinarios. Para Nin, la clave del año ha sido el crecimiento del margen de explotación, merced a la gran fortaleza comercial que mantiene la red de La Caixa.

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