Aunque cada vez más cansado de predicar en el desierto, no cejaré en la batalla de defender la obra de un autor, al margen de su forma de ser, de pensar y de sentir. En la música, lo que más importa es la canción, no tanto como se ha elaborado y tampoco quien la ha concebido. Es el resultado, no el cómo, ni quien. Lo esencial es la obra. Sea Miguel Angel, Leonardo da Vinci, Rafael o Ken Stringfellow, músico de The Posies, Big Star y The Orange Humble Band, entre muchos otros.
¿Quién osa juzgar en base a que algo está creado por un comunista millonario, maltratador de mujeres e insensible al sufrimiento de quien está más cerca de él? ¿Quién se atreve a juzgar la obra poniendo por delante que su autor tenía una determinada ideología y era un gran defensor de la cultura popular? Y ¿la de Dylan por ser judío y hetero? Y ¿la de Celine por ser colaboracionista?
Un vía crucis
Ken Stringfellow, uno de los más grandes músicos del pasado siglo y de este, sufre un auténtico vía crucis por unas denuncias aún no juzgadas, pero que le boicotean su nuevo álbum, impiden llenos en sus conciertos y han llevado a la separación de The Posies. Si es culpable, que pague él, pero no sus álbumes ni sus canciones. En este sentido, podemos recordar que se cumplen treinta años de la formación de una de sus bandas menos conocidas pero, al tiempo, más exquisitas: The Orange Humble Band.
Stringfellow abarca una carrera excepcional en los campos del rock, el pop, el country, el soul, el folk y la experimentación. Bien en solitario o bien con The Posies, Minus Five, Fastballs, REM, Big Star, Disciplines, Muy Fellini y The Orange Humble Band. En concreto, con esta banda hizo tres álbumes sensacionales rebosantes de pop rock elegante, enérgico, chispeante, efervescente, con arreglos barrocos y llenos de sensibilidad y distinción.
Supergrupo en Sidney
Uno de ellos, “Humblin´ (Across America)”, acaba de cumplir veinticinco años y eso hace que pueda recuperarse con una nueva edición, como se hizo hace poco con el primero “Assorted Creams”, el álbum que contiene temas tan grandes como “Fanclub Requiem” (premonitorio) o “Think I´m gonna get you (Oh Dwight)”, dedicada a su admirado Dwight Twilley. “Humblin´…” no le va a la zaga y destacan “What´s your crime” o “Listen Up”.
The Orange Humble Band surge en Sidney en el estilo de los antiguos supergrupos, al unirse artistas de la talla de Darryl Mather, (ex Lime Spiders y ex Someloves); Anthony Bautovich, (ex Lonely Hearts); Mitch Easter, (ex Let´s Active y mítico productor de USA) y el ya citado Stringfellow, proveniente de todas las bandas antes nombradas. En varias ocasiones contaron con refuerzos tan señeros como el del productor y bajista Brad Jones; los pianistas Jim Dickinson y Spooner Oldham y el propio Dwight.
Sello: Half a cow; Citadel. Discografía: “Assorted Creams”, “Humblin´(Across America)”, “Depressing Beauty”, “Down In Your Dreams” (ep 5 temas). Influidos por: Hollies, Zombies, Honeybus, Beach Boys, Todd Rundgren.
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