Como una reacción en cadena, con la bajada del precio del barril de Brent, en el entorno de los 70 dólares, los surtidores de las gasolineras también muestran una bajada de precios, la tercera consecutiva de descenso de los precios que supone un 1,2% menos y nos hacen retroceder a niveles de enero de este año, y también a niveles de antes del inicio de la guerra entre Ucrania y Rusia.

El Boletín Petrolero de la Unión Europea confirma que esta semana el litro del diésel se ha situado en 1.472 euros, un 1,2% menos, mientras que el litro de gasolina ha bajado a 1,540 euros, un 1,15% menos.

De esta forma, llenar un depósito de 55 litros de diésel cuesta de media 80,96 euros, lo que supone 4,4 euros menos que en la segunda semana de marzo de 2024. Por su parte, llenar un depósito de gasolina de 55 litros de capacidad cuesta 84,7 euros, es decir, 3,85 euros menos que en la segunda semana de 2024.

Con esta nueva bajada, los carburantes en España se venden por el mismo precio que registraban los surtidores antes de la invasión de Rusia sobre Ucrania (el litro de diésel estaba en 1,479 euros y el de la gasolina en 1,591 euros), y se alejan cada vez más de los precios más elevados registrados en los meses de verano de 2022 en que superaron los 2 euros por litro (el diésel llegó a costar 2,1 euros de media y la gasolina 2,141 euros).

Asimismo, España sigue registrando precios más bajos que en el resto de los países europeos, donde la media del precio del litro de la gasolina (sin plomo de 95 octanos) alcanza los 1,666 euros, y el litro de diésel alcanza los 1,595 euros.