
Salvador Illa e Isidro Fainé
Foto: FUNDACIÓN ‘LA CAIXA’
Poco a poco las caucas vuelven a su cauce, y el cauce ha llegado a Cataluña con las empresas que se marcharon en 2017 tras el intento independentista de Carles Puigdemont, que ha forzado al Gobierno de Pedro Sánchez a fijar condiciones favorables para que las empresas que se marcharon hace siete años regresen a Cataluña. Con Salvador Illa en la Generalitat parece que el objetivo se está logrando con un goteo de compañías que regresan ‘a casa’. La primera vuelta llamativa fue la del Banco Sabadell, en plena lucha por evitar la opa hostil lanzada por el BBVA. Ahora le toca a uno de los grupos más emblemáticos catalanes: Fundación ‘la Caixa’ y su órgano inversor, CriteriaCaixa, regresan a Cataluña.
De momento, la sede central de La Caixa permanecerá en Valencia, pero el banco ya ha dado el primer paso, cuyo efecto simbólico es indiscutible, al hacer retornar las sedes de su fundación y su vehículo inversor. A última hora de este lunes el patronato de la Fundación Bancaria ‘la Caixa’ se reunía en sesión extraordinaria para aprobar «por unanimidad» el establecimiento en la ciudad de Barcelona (Avenida Diagonal, 621-629) el domicilio social de la Fundación. Y como accionista único de CriteriaCaixa también incluye en el traslado a Barcelona de la sede de dicha sociedad, según confirmaba en un comunicado.
«Ya no se dan las causas que causaron el traslado temporal de la sede»
La justificación de este regreso era claro: «atendiendo a que ya no se dan las circunstancias que causaron el traslado temporal de dichas sedes a la ciudad de Palma en el año 2017. El cambio no implica movimiento de personas ni de espacios o servicios corporativos, en la medida en que la mayoría de los empleados y centros de trabajo han estado siempre ubicados en Barcelona», continua el comunicado.
Añaden, además, que este regreso llega siete años y medio después de haber tenido que cambiar Barcelona por Palma «para protegerse de la inseguridad que generó el procés independentista. Ya no se dan las circunstancias que causaron el traslado temporal de dichas sedes a la ciudad de Palma en el año 2017″, insiste en su comunicado la Fundación y su sociedad inversora, ambas presididas por Isidro Fainé.
Una vez tomada la decisión y explicado el por qué de la misma, desde la Fundación se recuerda el «firme compromiso con sus raíces» desde que fue fundada como Caja de Pensiones para la Vejez y de Ahorros de Cataluña y Baleares en 1904 por el abogado barcelonés Francesc Moragas, con el apoyo de diversas entidades de la sociedad civil catalana. Su trabajo siempre se centró en un «fuerte compromiso social a favor del interés general, tanto a través de su actividad financiaciera como de su acción social», añade en su comunicado en el que también incluye su compromiso con Baleares.
Su marcha de Baleares no supondrá abandonar la labor que está realizando en esa comunidad, ya que según explica, mantiene su «compromiso inalterable» y sus programas para mejorar la calidad de vida de las personas más vulnerables así como la actividad de CaixaForum Palma.
Mensaje político para el resto de las empresas que se marcharon en 2017
Este regreso se suma al del Banco Sabadell, y supone un mensaje político al resto de las empresas que se fueron de la comunidad ante la incertidumbre creada por el procès. En concreto, la inestabilidad que generó el desafío independentista abrió una profunda brecha social y propició la marcha de más de 4.500 empresas.
Y ahora es posible el regreso porque en este momento los partidos independentistas ya no ostentan el poder en la comunidad y es el PSC con el president Salvador Illa los que parecen haber creado las condiciones necesarias para que se produzca esta vuelta a las raíces. El comunicado explica, en este sentido, que «el president ha valorado que la estabilidad institucional, el rigor y la seguridad jurídica son positivos y ayudan a que se tomen decisiones de este tipo”.
La decisión era «previsible», explican en el ámbito económico catalán, ya que desde la llegada de Illa a la Generalitat el presidente de la comunidad e Isidro Fainé ya habían firmado un acuerdo marco para que la entidad invirtiera 225 millones de euros en acción social, cultura, educación e investigación. A este acuerdo siguió la compra, vía Incasòl, de 452 viviendas sociales a InmoCaixa, la filial inmobiliaria de CriteriaCaixa. Sin duda, ahora, la entidad quiere participar en el plan anunciado por Illa para movilizar 18.500 millones con el objetivo de dinamizar la economía catalana. Las autoridades políticas catalanas reconocer que lograr el retorno de las empresas que se marcharon es un «objetivo» y que para lograrlo están poniendo «las condiciones» que lo hagan posible, pero sin presiones ni injerencias.
Pero a Banco Sabadell, Fundación ‘la Caixa’ y CriteriaCaixa había que sumar otras que ya han regresado a Cataluña como Cementos Molins y Laboratorios Ordesa, que junto a la estabilidad política justifican su decisión con «razones estratégicas».
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