El ministro de Política Territorial, Víctor Torres, desgranó en el pleno del Congreso del miércoles, 13 de noviembre, el contenido de los dos decretos de ayudas urgentes a las personas afectadas por las inundaciones en Valencia y Albacete. Suman más de 14.000 millones de euros en múltiples conceptos y tratan de cubrir las necesidades más inmediatas de quienes lo han perdido casi todo. Los que han perdido la vida son, de forma provisional, 217. El ministro Torres centró en la unidad y la cogobernanza de los poderes central, autonómico y local el mensaje político para salir adelante. “Unidad en la reconstrucción” fue su lema.
En la misma sintonía de solidaridad y apoyo a los damnificados se expresaron la portavoz de Bildu, Mertxe Aizpurua, quien hizo una intervención impecable; el del PNV, Aitor Esteban, quien dijo que es la hora de trabajar todos a una y se mostró sorprendido por las prisas del PP en atacar al Gobierno por la DANA. Y también el diputado del BNG, Nestor Rego, quien hizo su discurso en valenciá, en honor y solidaridad con las víctimas. Pero quedó claro que para los conservadores y sus socios de ultraderecha en el Ejecutivo valenciano lo prioritario era embarrar el debate para desviar las responsabilidades del presidente autonómico, Carlos Mazón, hacia cualquier punto, dicho o hecho del Gobierno central.
Para empezar, el hecho de que el presidente Pedro Sánchez asistiera a la cumbre del clima en Bakú (Azerbayan), donde pronunció el discurso más duro los intervinientes sobre la responsabilidad de las grandes potencias ante la emergencia climática, en vez de acudir al pleno en la Carrera de San Jerónimo, fue motivo de alaraca para los populares y los voxidos, cuyos dirigentes máximos, Feijóo y Abascal, respectivamente, no asistieron a las explicaciones del ministro Torres. Por supuesto, les pareció fatal que fuera el ministro de Política Territorial el encargado de ofrecer la información de las ayudas del Gobierno. “Víctor Torres no es la persona adecuada porque no tiene credibilidad. Mintió sobre la solicitud de la UME (Unidad Militar de Emergencias) y sobre la Confederación del Júcar en relación con el barranco del Poyo”, afirmó, enérgico, el portavoz asignado por el PP al caso, el alicantino César Sánchez Pérez.
En dos intervenciones, este diputado dejó en segundo plano la empatía, la solidaridad y el cariño hacia las familias afectadas que demandaron otros portavoces, comenzando por el socialista también alicantino, Alejandro Soler y siguiendo por Alberto Catalán, de Unión del Pueblo Navarro (UPN), socio del PP. “Deberíamos dar ejemplo de unidad y solidaridad. La prioridad son las familias afectadas y tiempo habrá para la investigación de las responsabilidades”, afirmó Soler.
Pero al portavoz del PP, turris burris lo que dijeran unos y otros, pues “Sánchez huyó de la gente en Paiporta y no está aquí. Mienten sobre la Confederación Hidrográfica del Júcar, pues la Delegación del Gobierno no informó durante dos horas y media de la crecida del Barranco del Poyo (en referencia a la rambla de más de 40 kilómetros de la huerta sur que desemboca en la Albufera”, debieron declarar la Emergencia Nacional y no lo hicieron. Y las ayudas son del todo insuficientes”.
A pesar de que el diputado César Sánchez se esforzó en diluir la responsabilidad del presidente valenciano por no dar a tiempo una alarma que hubiera salvado vidas, no pudo evitar que el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, le acusara de “negligencia criminal” y lanzara contra los dirigentes y gobernantes del PP una ristra de situaciones de crisis, desde los atentados del 11-M al Yak-42, pasando por el Prestige, en la que utilizaron las mentiras más burdas y trapaceras para cubrir su responsabilidad. El propio interviniente, César Sánchez, a la sazón exalcalde de Calpe, expresidente de la Diputación de Alicante y responsable de Transparencia en la dirección del PP con el periclitado Pablo Casado, no dice la verdad en lo básico: en su declaración de bienes dice que es soltero y en su ficha parlamentaria que es casado y tiene una hija. Puestos en pie, los diputados del PP le aplaudieron cuando cerró su discurso con la frase: “Digan la verdad a los valencianos”.
El líder Feijóo apareció en el turno de preguntas, en el que brilló el fornido Tellado porque las obras que se iban a hacer en 2021 el barranco del Poyo no se hicieron, y eso es responsabilidad de la entonces ministra Teresa Ribera. Y cuando terminaron las preguntas, citó a los periodistas en la sala contigua a los pasos perdidos para decirles que los valencianos se verán “reconfortados” por el anuncio que realice el jueves en el Parlamento autonómico el presidente Mazón. No dijo si dimitirá ni adelantó más acontecimientos. Tremendo.