Con nocturnidad y alevosía, la agencia de calificación de Standard & Poors (S&P) confirmó más de lo que todo el día había estado circulando como rumores por todas las Bolsas: Francia pierde la “Triple A”, al igual que Austria. Lo que no se esperaba es que volvieran a dar una nueva vuelta de tuerca a la nota de la deuda de España, que de golpe la bajan dos escalones –pese al éxito de la última subasta y la rebaja de la rentabilidad-, la misma rebaja que se aplica a Italia, Portugal y Chipre. Malta, Eslovaquia y Eslovenia han perdido un nivel.
España, Italia y Portugal ya habían sido “amenazados” por la agencia estadounidense al ponerles en su anterior nota con “perspectiva negativa”. Con esta decisión, los bonos soberanos de España quedarían en A; los de Italia, en BBB+; y los de Portugal, en BB. Por su parte, Francia y Austria, pierden la nota más alta que se puede dar a un país, quedando en el siguiente escalón, en AA+.
La agencia basa estos cambios en que las iniciativas políticas adoptadas en Europa en las últimas semanas «podrían no ser suficientes» para resolver la crisis actual y problemas como el menor acceso al crédito, los riesgos dentro de las entidades emisoras, el intento generalizado de desapalancamiento tanto de gobiernos como de familias, las peores perspectivas de crecimiento y la «abierta y prolongada» disputa que mantienen los distintos países a cuenta de cómo resolver los retos actuales.
De esta forma, Nicolas Sarkozy pierde su lucha denodada por mantener la triple AAA, y ya se ha apresurado a confirmar que en las próximas semanas pondrá en marcha nuevas medidas para relanzar su economía, crear empleo e impulsar la competitividad de las empresas francesas. En todo caso, desde la tarde de este viernes, diferentes miembros del Gabinete de Sarkozy han insistido en animar a que se siga invirtiendo en el país porque es “un valor seguro”, asegurando al mismo tiempo que se “reembolsarán todas las deudas”.
S&P ya había advertido con su perspectiva negativa a la mayoría de las economías de la zona euro de que se corría el riesgo de “perturbaciones sistémicas” ante la falta de crédito, un riesgo contra el que ha estado luchando el Banco Central Europeo (BCE) a base de poner en circulación dinero más barato, para que pudieran tener acceso al mismo las entidades españolas e italianas e incluso francesas.
La agencia de calificación hasta ha dado un “toque” al fondo de rescate europeo, que será constituido como “permanente” a partir de finales de este año. La pérdida de la triple A por parte de Francia supone una degradación de dicho fondo, mientras Sarkozy –con las elecciones presidenciales a partir de abril- ya ha reconocido que esta pérdida representa un “fracaso personal”. Francia todavía tiene que esperar a ver qué decide a lo largo de este trimestre la agencia Moody’s cuyas advertencias iban en la misma dirección. Solo Ficht ha confirmado el pasado 10 de enero que mantendría la triple AAA durante todo este año.
Interés más alto
De momento, la primera consecuencia por esta rebaja de las calificaciones es que cada país afectado deberá pagar tipos de interés más altos a los inversores que compren su deuda. Pero además afectará al sistema financiero de cada uno, ya que los bancos, aseguradoras, empresas e inmobiliarias de los cinco países cuya deuda ha sido rebajada deberán pagar tipos más altos, además de que encontrarán muchas más dificultades en acceder al crédito por parte de los organismos oficiales. Los expertos incluso apuntan a que hasta se deberán subir los impuestos.
Y continuando con la cadena de efectos que trae esta degradación, no sería de extrañar que se vieran afectadas hasta las propias previsiones de crecimiento económico, reducción del déficit público y, con ello, nuevas medidas de ajuste.
Aviso Legal
Esta es la opinión de los internautas, no de diarioabierto.es
No está permitido verter comentarios contrarios a la ley o injuriantes.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.
Su direcciónn de e-mail no será publicada ni usada con fines publicitarios.