Zeus, el padre de los dioses clásicos, era el señor del Olimpo, el dios más poderoso que hacía y deshacía a voluntad; pero también era muy libidinoso y, a veces, esa debilidad era un castigo que cientos de mujeres sufrían sin su consentimiento.

Para conseguir acceder a aquellas de las que se encaprichaba, adquiría las apariencias más variopintas, de manera que sus víctimas a veces no sabían que, al acariciar a un animal o al ponerse a bailar bajo la lluvia, en realidad estaban sufriendo el abuso de Zeus. Violaciones que, por cierto, rara vez quedaban sin dar fruto y que, en muchas ocasiones, terminaban con la propia vida de la víctima.

Y ayer Zeus mostró de nuevo su verdadera naturaleza después de abusar de la confianza de aquellos a los que dice defender. Un abuso que llevaba gestándose desde 2022, cuando la Dirección General de Apoyo a las Víctimas del Terrorismo, dependiente del Ministerio del Interior, aseguró a las asociaciones de víctimas que la directiva europea que restaba años de prisión en un país por los años de prisión ya cumplidos en otro no se incluiría en la ley española.

Una directiva inaudita en sí misma, donde de nuevo es el reo quien sale beneficiado al incluir en la reducción de años de condena cumplidos el caso de que el preso hubiera sido condenado por delitos diferentes en países diferentes. Qué rentable sale a veces ser el villano de la historia…

Finalmente, la directiva se incluyó, por supuesto que se incluyó, pero de la manera más ruin posible. Casi con nocturnidad, alevosía y mucha mala leche: aprovechando la modificación de la Ley Orgánica 7/2014 sobre el intercambio de información respecto a los antecedentes penales dentro de la Unión Europea para incluir una enmienda de la que solo el PSOE, Sumar y EH Bildu tenían conocimiento y de la cual 41 terroristas se verán beneficiados.

Y aquí está la parte más sucia, porque este Zeus moderno no actúa solo, sino que tiene a sus propios minions, como Podemos en 2022 y Sumar en 2024, siempre dispuestos a hacer el trabajo sucio mientras se vayan cumpliendo los patrones que su santa religión ideológica les ordene. Y debemos reconocer que puede indignarnos viniendo de partidos a los que se les llena la boca de palabras huecas sobre “libertad”, “igualdad”, “fraternidad” (ou la mort!), pero nunca ya sorprendernos.

Lo que sí resulta sorprendente es que a estas alturas del juego la oposición se haya afincado en el rol de mártir despistado, de rubia tonta (que de tonta no tiene un pelo), y que ahora se lleva las manos a la cabeza diciendo que no se dieron cuenta, que han votado a favor de una trampa y que ellos son las primeras víctimas del engaño de un Zeus de pacotilla y sus hienas carcajeantes. Señores del PP, de Vox, de UPN… ¿nos creen imbéciles? ¿Piensan que “el pueblo” es una masa líquida maleable con la que jugar a las cocinitas o es que de verdad sois tan inútiles como lo hacéis parecer? Porque los que han cometido este atropello contra todos los españoles, pero especialmente contra las víctimas del terrorismo (otra vez, otra más), puede que sean unas hienas, pero vosotros sois unos chacales que anidáis entre las tumbas. En el mismo lugar en el que al parecer habéis enterrado a la dignidad y a la decencia.