
Foto: Financial Food
Llega la primera prueba del algodón para los bolsillos de los españoles. Desde este 1 de octubre comienza la desaparición paulatina de las medidas anticrisis puestas en marcha tras el estallido de la guerra en Ucrania desde diciembre de 2022, y prorrogadas por las siguientes tensiones bélicas en Oriente Medio. El Gobierno dio este paso cuando la inflación de los alimentos se incrementó por encima del 17%, lo que llevó a la tasa general a superar el 10%. Un estudio de la OCU considera que la cesta de la compra se ha disparado un 35,5% en tres años.
Hasta el pasado mes de septiembre habían dado su fruto en la contención de la inflación. Los datos demostrarán como afecta al IPC de octubre que los precios básicos de la cesta de la compra pasen del 0% al 2% hasta el cierre de diciembre.
El coste de esta media para Hacienda ha sido de 1.700 millones en 2023, que no se recaudaron. Y según los últimos datos, en el primer trimestre de 2024, las arcas públicas dejaron de recaudar otros 440 millones de euros.
A la subida del IIVA de los alimentos, se suma la subida del gas, cuya tarifa regulada sube un 9,5%. El componente estacional que supone la llegada de las bajas temperaturas empuja el precio del gas natural al alza. Y eso sí, la tarifa regulada (TUR) es la más barata del mercado, en torno al 10% más barata que el resto de las tarifas del mercado libre. Esta subida supondrá en las facturas de los consumidores un incremento desde el 5,9 al 15%, dependiente de la tarifa contratada.
Desde este 1 de octubre el precio del pan, huevos, hortalizas o fruta, junto con el aceite de oliva, pasarán a tener un IVA del 2%, un porcentaje del impuesto, que se mantendrá hasta el 31 de diciembre de este año. Y en 2025, desde el 1 de enero se incrementará hasta el 4%.
En junio pasado, el Gobierno había decidido prorrogar las medidas anticrisis, lo que ha facilitado la moderación de los precios que han llevado la inflación al 2,2% el pasado mes de septiembre. En dicha prórroga también se decidió rebajar el IVA del aceite de oliva, que había llegado a precios inasumibles por las familias, reduciéndose con anterioridad del 10% al 5% y desde el 1 de julio al 0%. Ahora, nuevamente, vuelve a subir un 2%. Para ello, el Ejecutivo optó por darle el mismo tratamiento que a los productos básicos al haberse disparado su precio por las malas cosechas de los dos últimos años en un 170,5% desde principios de 2021. Los consumidores esperan que en 2025 bajen, ya que la cosecha de este año ha sido buena. Además, su IVA se mantendrá en el 4% desde el próximo mes de enero y no volverá a tener el 10% de IVA.
El Gobierno ha decidido que a los productos básicos de la cesta de la compra siempre se les ha aplicado un IVA superreducido, esto es, del 4%. Antes de la crisis de Ucrania el tipo de IVA aplicado era del 10%, algo que si el Gobierno de turno no lo cambia, ya no se repetirá.
También tendrán un tratamiento impositivo especial, las pastas y los aceites de semilla, que en septiembre pasado se prorrogaron al 5% del IVA, y que desde este 1 de octubre subirán al 7,5%. Y desde el 1 de enero de 2025 recuperarán su 10% de IVA.
Esta evolución del IVA diseñada por el Gobierno para los productos básicos de la cesta de la compra, de la que se han beneficiado tanto consumidores como los pequeños comerciantes, puede que no se note mucho en el bolsillo de las familias, ya que afecta a los precios finales, no a todo el proceso que siguen los alimentos desde que son producidos hasta que llevan a los puntos de venta.
La consultora PriceWaterhouseCoopers (PWC) ha analizado los efectos que tendrá el paso del 0% al 2% de los precios de los productos básicos, y estima que la inflación de los alimentos subirá un 1,4%.
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