El laberinto sueco

13/01/2012

María Martín. El remake más esperado del año, Los hombres que no amaban a las mujeres, triunfa donde falló su antecesora, y cumple de forma notable con el arriesgado reto de traducir una gran novela al lenguaje del séptimo arte.

Enfrentarse a la adaptación cinematográfica de cualquier novela es siempre un riesgo. Las comparaciones resultan odiosas, y la dificultad de trasladar un texto hecho para ser leído al celuloide crecen cuantas más páginas tenga el libro, y cuantas más personas lo hayan leído. En el caso de Millenium: Los hombres que no amaban a las mujeres es aún mayor por el hecho de contar ya con una adaptación previa. Sin embargo en esta ocasión la versión americana gana por goleada a la sueca dirigida por Niels Arden Oplev.

David Fincher (El club de la lucha, El curioso caso de Benjamin Button, La red social) es el responsable de esta interpretación del best seller de Stieg Larsson, cuyo guión es obra de Steven Zaillian (En busca de Bobby Fischer, La lista de Schindler). Una adaptación más adulta y sincera que su homónima sueca, y que triunfa donde aquella fracasó. Daniel Craig (el nuevo James Bond) interpreta al periodista Mikael Blomkvist, contratado por el millonario Henrik Vanger (Christopher Plummer) para descubrir al asesino de su nieta Anita Vanger, desaparecida 40 años antes. Durante sus pesquisas se cruza en su camino Lisbeth Salander (Rooney Mara), hacker e investigadora, declarada incapaz mentalmente por un tribunal por un suceso ocurrido en su niñez. La trama se complica a medida que Blomkvist entra en contacto con los miembros de la familia Vanger, hasta derivar en algo mucho más importante y peligroso que la desaparición de una adolescente.

Sin embargo, y gracias a su condición de best seller, no es la resolución de la trama lo que puede enganchar al público, dado que la mayoría ya lo conocerán, sino el tratamiento que los personajes, y las relaciones que se establecen entre ellos, reciben en la gran pantalla. Y en esta ocasión Fincher y Zaillian han hecho un gran trabajo, apoyado de forma magistral por las interpretaciones de todos los actores implicados. Craig ha sido capaz de dotar a Blomkvist del carácter decidido, firme en sus convicciones pero emocionalmente dependiente de su socia y amante, Erika Berger. Rooney Mara disfruta, y aprovecha, la oportunidad de mostrar a la Lisbeth Salander más tierna y necesitada de cariño, en marcado contraste con la personalidad que lleva casi como un escudo: cortante, directa, inteligente, malhumorada e independiente hasta límites casi patológicos.

Es sobre estos dos personajes sobre los que pivotan el resto de relaciones y tramas de la película, que en general funcionan perfectamente. Algo a lo que sin duda ayuda la fotografía y la elección de exteriores, que consiguen transmitir la sensación de aislamiento y enajenación necesarias para dar a luz una historia tan enfermiza, y a la vez realista, como ésta.

Los hombres que no amaban a las mujeres no es una obra maestra, pero desde luego es una adaptación mucho más que aceptable de la novela en la que se basa, cargada de buenas interpretaciones, y una dirección y un guión casi impecables. Un poco lenta en ocasiones, su duración (158 minutos) justifica que no pueda mantener el ritmo constantemente, más cuando su atractivo principal reside en la relación que establecen dos personajes tan enigmáticos y dañados como Salander y Blomkvist. Los hombres que no amaban a las mujeres es una de las grandes apuestas cinematográficas del año que, sin duda, cumple de sobra con las expectativas creadas y ofrece más de dos horas y media de buen hacer cinematográfico.

www.loshombresquenoamabanalasmujeres.com
Canal en Youtube con clips y tráilers: http://www.youtube.com/EspacioSony- p/u/3/gVE9ecLUmSM

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