Este préstamo, el mayor de los concedidos hasta ahora por la institución europea a un proyecto sobre energía en la región mediterránea, ha sido suscrito en Madrid entre el vicepresidente del BEI, Philippe de Fontaine Vive, y el presidente del consejo de dirección de Medgaz, Pedro Miró Roig.

La firma del contrato se ha realizado además en presencia de los accionistas de este gasoducto de 210 kilómetros, que son Sonatrach, Iberdrola, Cepsa, Endesa y  GDF Suez.

La financiación del proyecto, que en total está atrayendo unas inversiones de 1.009 millones, permitirán responder al coste de la construcción y operación de la infraestructura, que ha sido construida entre el enclave argelino de Beni Saf y Almería.

El proyecto, afirma el BEI, contribuirá a responder a las necesidades gasistas de España, a diversificar el suministro, a mejorar la competitividad y a impulsar el mercado interno.

«El gasoducto simboliza el innegable vínculo entre el Sur y el Norte del Mediterráneo», afirmó De Fontaine Vive, antes de asegurar que «la energía es un catalizador para el crecimiento económico en ambas orillas» y que el proyecto hará «más competitiva» la región.