OHLA se ha convertido en objeto de deseo. Dos firmas, ajenas al capital de la empresa, han mostrado su interés en hacerse entrar en el capital de la constructora cuyo accionista de referencia es la familia mexicana Amodio. No se trata de una OPA por la mayoría del capital para controlar la compañía sino para contar con menos del 30%, el dígito mágico a partir del cual la normativa establece que debe presentarse una oferta pública de adquisión (OPA). Los interesados son Atitlan Grupo Empresarial e Inmobiliaria Coapa Larca.
Atitlan es la firma de capital riesgo liderada por Roberto Centeno, yerno de Juan Roig, con intereses en el sector agroalimentario o en renovables. Y Coapa Larca es de capital mexicano, propiedad del empresario Andrés Holzer.
La propia empresa de los Amodio ha reconocido acercamientos con las dos ofertas, según ha explicado en un comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), explciando las ofertas de inversión en el marco de la ampliación de capital anunciada el pasado miércoles, por un valor de 100 millones de euros. El mercado ha recibido con optimismo el interés de nuevos inversores y la cotización de OHLA se apunta un 5,5% en la primera hora de negociación en Bolsa.
Los Amodio acudirán a la recapitalización de OHLA
De momento, con el anuncio de la emisión de nuevo papel ofrece el derecho de suscripción preferente a los actuales accionistas de OHLA. Luis y Mauricio Amodio, presidente y vicepresidente del grupo, respectivamente, quienes ya han cofirmado que acudirán a la recapitalización con su participación del 26% con el fin de mantener el mismo nivel una vez cerrada la operación.
Los detalles de la misma se discutirán en una próxima junta extraordinaria. Lo que todavía se desconoce es la respuesta del resto de los accionistas, y ésta sería la explicación por la que se han presentado las citadas ofertas externas. La ampliación por 100 millones equivale al 52% del actual valor de mercado.
OHLA reconoce en su nota a la CNMV que las dos ofertas recibidas no son vinculantes. Inmobiliaria Coapa Larca ha expresado la intención de invertir 25 millones de euros en la constructora participando en la citada ampliación de capital, opción que solo se daría si los actuales accionistas no la cubren con sus aportaciones. De no haber cabida para la inmobiliaria, esta propone “aprobar otro aumento de capital sin derechos de suscripción preferente, al mismo precio de emisión que el aumento de capital, por valor efectivo igual al importe asegurado y no suscrito en el aumento de capital hasta alcanzar los 25 millones de euros”. En este último caso, los partícipes de OHLA verían diluirse sus participaciones.
Por su parte, Atitlan Grupo Empresarial ofrece más dinero, al proponer su entrada en OHLA mediante la suscripción de un aumento de capital sin derechos de suscripción preferente para los partícipes de la empresa por un importe de 75 millones de euros. A ello se sumaría un segundo aumento de capital por otros 75 millones con derechos de suscripción preferente que la propia Atitlan suscribiría con su paquete de acciones. Su oferta tiene validez hasta el próximo 5 de julio.
Estas inyecciones de liquidez superarían el 26% que los hermanos mexicanos ya controlan en la compañía desde que entraron en 2020 para reflotar la empresa. Posteriormente entraron en el consejo de administración y los dos hermanos ya son presidente y vicepresidente ejecutivos.
Desde OHLA se ha afirmado que ambas propuestas se están estudiando y valorando, sin que hayan sido aún aceptadas. La empresa cotiza en mínimos, de 0,35 euros, y con una capitalización de 192 millones. Por su calendario de vencimiento de deuda urge la entrada de dinero en caja. De momento, afronta la amortización de 400 millones de deuda nominada en bonos entre marzo de 2025 y el mismo mes de 2026. Con el anuncio de su recapitalización defendió que le permitiría establecer una estructura financiera y de capital estable para la creación de valor.
En 2021, en una refinanciación in extremis, ya se articularon dos ampliaciones de capital, por un total de 71 millones, y se logró una importante quita por parte de los bonistas.
De momento, y en busca de extraordinarios, la constructora acaba de ejecutar la venta de su participación del 25% en la concesionaria canadiense del hospital Chum de Montreal por 55 millones de euros. El destino de la caja entrante es reducir la deuda en bonos, al tiempo que están abiertas las desinversiones en el activo comercial y hotelero Canalejas (50%), en el corazón de Madrid, y de la división de Servicios liderada por la filial Ingesan.
Una vez saneado el balance, la empresa pretende centrarse en la ejecución del plan de negocio. Su previsión es concluir 2024 con unas ventas de 3.800 millones de euros, un ebitda de 145 millones y 4.100 millones de contratación.
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