Otra lectura de las catalanas

14/05/2024

Josep M. Orta.

Hay cosas que mejor es esconderlas. La escasa participación en las elecciones catalanas (el 58%) tendría que ser preocupante tanto para el sistema por lo que demuestra la desafección de muchos ciudadanos a la clase política y su actividad. Y este también es un dato más que significativo, pero lo que cuenta para los analistas es lo que han decidido el poco más de la mitad de la población y los demás no cuentan.
Los socialistas son los grandes vencedores de los comicios. No sé si corrió el cava en Ferraz, pero -Salvador Illa perdió más de 35.000 votos respecto a las elecciones generales del pasado julio cuando la participación fue del 62%. Aunque no es riguroso comparar los resultados de dos elecciones diferentes, a veces es indicativo.
El aumento en número de diputados del PP también es engañoso. Pasó de 3 a 15 con 342.039 votos (en las generales (130.000 menos) pero hay que tener en cuenta que hace tres años los populares obtuvieron 257.714 y ahora han recogido buena parte de los doscientos mil votos que ha dejado huérfanos Ciudadanos. O sea que sus resultados tampoco sean para tirar cohetes, aunque les permite hacer un falso análisis de cara a la galería.
Más preocupante para muchos son los resultados de los partidos fascistas, que se ha hecho un hueco significativo en el electorado catalán. Por una parte, VOX mantiene resultados con un cuarto de millón de votos que le permiten mantener los 11 diputados y asegurar la fidelidad de sus votantes. Más significativo es la irrupción en el mapa político de los racistas nacionalistas de Acció Catalana de la alcaldesa de Ripoll, que superó los cien mil votos y logró dos diputados que pudieron ser cinco si por unos pocos votos no logró superar la barrera del 3% en la circunscripción de Barcelona.
En el mundo nacionalista es obvio que Carles Puigdemont rescató de la miseria a Junts per Catalunya, aunque la fidelidad de los votantes socialistas que arrasan en el área metropolitana impidió que fuera la primera fuerza, pero difícilmente su aumento de votos procedían de sus eternos rivales de ERC si no que los rescataron ilusionando a una parte importante de los hasta ahora desencantados convergentes. Todo lo contrario de lo que sucedió a los republicanos, que muchos de sus votantes se quedaron en casa.
Sin embargo, tanto los diputados en el Congreso de Junts y ERC son vitales para mantener la mayoría socialista en el Congreso y la incógnita es como jugaran sus cartas tras estas elecciones y especialmente después de las europeas, que es cuando se empezará a mover el patio. De momento está la espada de Damocles de la repetición electoral, pero la política hace extraños compañeros de cama y en estos momentos es prematuro descartar cualquier posibilidad.

¿Te ha parecido interesante?

(+1 puntos, 1 votos)

Cargando...

Aviso Legal
Esta es la opinión de los internautas, no de diarioabierto.es
No está permitido verter comentarios contrarios a la ley o injuriantes.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.
Su direcciónn de e-mail no será publicada ni usada con fines publicitarios.