Almirall ha firmado un acuerdo de licencia exclusiva con Novo Nordisk sobre los derechos del anticuerpo monoclonal NN-8828, que bloquea de la citoquina IL-21. Según el acuerdo, Almirall obtiene los derechos mundiales para desarrollar y comercializarlo en determinadas indicaciones, incluidas las enfermedades dermatológicas inflamatorias inmunomediadas.
La empresa asumirá el desarrollo global del activo para abordar enfermedades dermatológicas clave y la futura comercialización en estas indicaciones. Novo Nordisk recibirá un pago inicial, así como pagos adicionales por hitos comerciales y de desarrollo y royalties escalonados en función de las ventas mundiales futuras.
El NN-8828 es un anticuerpo monoclonal first-in-class en dermatología con alta afinidad por la citoquina IL-21 que ha sido desarrollado por Novo Nordisk hasta la fase II en indicaciones no dermatológicas. El anticuerpo tiene el potencial de inhibir las múltiples actividades biológicas inducidas por la IL-21 en células del sistema inmune e implicadas en la fisiopatología de numerosas enfermedades. Este mecanismo de acción diferenciado convierte al anticuerpo NN8828 en una nueva y prometedora opción para el tratamiento de los trastornos inflamatorios y
autoinmunitarios de la piel.
Sube en Bolsa el 5,6% pese a las pérdidas de 2023
La alianza ha hecho que la cotización de Almirall suba un 5,6%, hasta los 9,1€ por acción, pese a presentar en 2023 pérdidas de 38,5 millones, cuando en 2022 ganó 4,3 millones. Este resultado se obtiene pese a que las ventas aumentaron el 3.6%, hasta los 895 millones.
La empresa atribuye las pérdidas a los cargos por deterioro asociados al valor contable del antibiótico oral para el acné Seysara.
Su resultado bruto de explotación (ebitda) disminuyó un 12,2%, hasta los 174,1 millones, por las inversiones, así como por la menor contribución de otros ingresos como AstraZeneca y Covis, además de un margen bruto ligeramente inferior y mayores gastos operativos.
El resultado neto normalizado de Almirall se situó en 15,6 millones, un 53,4% menos que en 2022, y el margen bruto avanzó un 1,5%, hasta los 581,4 millones, representando el 65% de las ventas, frente al 66,4% del ejercicio anterior. Y eso que el margen bruto se vio afectado por el aumento de los costes energéticos y la inflación.
La inversión de Almirall en I+D fue de 111 millones de euros, un 12% de las ventas netas del año, y los gastos generales y de administración se situaron en 422 millones un 3% más.
“2023 ha sido un año importante para Almirall, durante el cual hemos continuado consolidando nuestra posición de liderazgo en dermatología en Europa y hemos avanzado en el desarrollo de productos innovadores con un impacto tangible en la vida de los pacientes”, destaca el presidente y consejero delegado de la biofarmacéutica, Carlos Gallardo.
Gallardo vaticina un crecimiento de las ventas netas de un dígito alto y un ebitda total de hasta 190 millones en 2024: “Confiamos en nuestra capacidad para seguir incrementando nuestros ingresos y consolidar nuestra posición en el sector de la dermatología”.
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