El VI VI Informe FinTech Women Network muestra que el emprendimiento femenino crece discretamente en comparación a datos de años anteriores, marcando su mínimo histórico en 2022. Desde la crisis del Covid-19 los factores externos que influyen en el emprendimiento no han sido favorables.

Las mujeres que trabajan en fintech e insurtech señalan que la principal barrera para este tipo de emprendimiento es la regulación. En segundo lugar, el capital o el acceso a la financiación (21,4%). Luego aparecen la falta de personas cualificadas y de referentes (14,3% en ambos casos). En último lugar, con el 7,1%, aparece el acceso a «un sector mayoritariamente masculino».

El emprendimiento femenino es muy inferior al masculino: las barreras regulatorias y financieras frenan mucho más a las mujeres. Pero si en 2018 el 90% de las mujeres estaban a favor de las cuotas o de la discriminación positiva, ahora solamente es el 30%.

Las mujeres son el 37% de las plantillas de estas entidades. La edad media es de 39 años. El 100% cuenta con titulación universitaria, y la mitad, además, con posgrados. Las carreras más frecuentes son Administración de Empresas, Derecho, y Marketing. El 40% ya había trabajado antes en el sector financiero o asegurador tradicional.

Solamente el 10% de los CEO o fundadores de fintech o insurtech son mujeres, que han logrado escalar a la alta dirección en un 20% de los casos. Pero ya el 54% de los cargos directivos de estas entidades son mujeres. Y el 79.6% de las fintech e insurtech cuentan al menos con una mujer en su Comité de Dirección.

El 40% de estas entidades tiene implantados planes de conciliación e igualdad, lo que explica que el 70% de las mujeres no haya sentido discriminación. Y que el 53,1% piense que hay más oportunidades profesionales para ellas que en el sector financiero y asegurador tradicional. Pero el 61,2% asegura que ha tenido que esforzarse más que los hombres para llegar a ese puesto de trabajo.

El informe de la Aefi avisa que las políticas de igualdad se ven como amenaza y oportunidad a parte iguales, y que  deben servir para que las empresas tengan incentivos que hagan de palanca para mejorar la vida de los empleados y no deben suponer barreras burocráticas, económicas y legales para los emprendedores que
generan puestos de trabajo.

La maternidad, la paternidad y la conciliación son de las preocupaciones que más incertidumbre generan en las mujeres y en los hombres; la llegada de los hijos crea inestabilidad emocional en los empleados con puestos de responsabilidad.

Llama la atención que el 59,2% de las mujeres no vea brecha salarial en las fintech, y que el 25% de los hombres reconozcan que ganan más que ellas haciendo las mismas funciones.

La necesidad del sector FinTech en cuanto a empleados cualificados y bien preparados genera puestos de trabajo de calidad y estables. Este sector es visto como de los más atractivos para la retención del talento, y muy favorable al crecimiento personal y profesional con medidas de conciliación para todos sus empleados.