Es sabido y aceptado que la demagogia es consustancial a la campaña electoral, especialmente en los políticos y en los partidos de tinte populista. Pero una cosa es la demagogia y otra el disparate, la caricatura y la mentira. Y en esto último es en lo que están transformando el debate de campaña Sánchez, sus subalternos y asociados ante la falta de propuestas y programas.
Y si alguien se está afanando por entrar en el Guinness de la demagogia y la caricatura es Yolanda Díaz que, para callar los ecos de su complicidad con los independentistas catalanas y vascos y el apoyo a los referéndums de autodeterminación, se saca de ahora de la manga la quimera de ofrecer 20.000 euros a todos los jóvenes que cumplan 18 años y no tengan empleo. Ella que es la ministra de Trabajo del país que lidera el paro de la UE, con casi cuatro millones de parados reales, duplicando la media de la Unión, que es también el líder en paro juvenil, y que es el campeón del infraempleo de los Veintisiete con datos de Eurostat.
Dice la sabiduría popular que todo se pega menos la hermosura, y ante su incapacidad para ofrecer a los jóvenes puestos de trabajo y oportunidades de futuro, la Yoli de Sumar se apunta al recurso de su jefe Sánchez de ofrecer limosnas y subsidios para intentar comprar un voto joven que se les escapa. Subsidios que, sabe, son imposibles de cumplir, y que ya ha dicho se pagarían subiendo los impuestos a las empresas y a los trabajadores con el consiguiente impacto negativo sobre los servicios sociales, la creación de empleo y la inversión.
Pero como los delirios nunca vienen solos, a la todavía ministra se le ha ocurrido también plantear una rebaja de la jornada laboral a 37 horas, eso sí; con el mismo sueldo, que por pedir no quede. Claro que para formular este planteamiento no sabe, no se entera o no ha tenido en cuenta que la baja productividad es un problema estructural del mercado laboral español y una de las causas fundamentales de la debilidad de nuestra economía junto con la baja tasa de empleo, factores ambos que ponen en riesgo las posibilidades de crecimiento sostenible y explican la falta de convergencia con nuestros socios de la zona euro.
Eso, con el añadido de que en el último trimestre estamos asistiendo a una ralentización de los contratos que, como explica, José Luis Fernández, director del Gabinete de Estudios de USO “Si la contratación es un indicador de la actividad económica, esta nos indica que se está produciendo una ralentización de la misma y que ya está afectando al empleo”. Mientras que, con los datos de mayo vemos que, un mes más se han realizado más contratos indefinidos que personas los han suscrito, en concreto más de 44.899 personas han sido objeto de más de un contrato indefinido.
Son contratos que están implementado el pluriempleo y tiene que ver con el incremento de la contratación a tiempo parcial, o bien, se les ha rescindido el contrato y se les ha vuelto a contratar. La rotación en el empleo ha llegado a la contratación indefinida que está dejando de ser sinónimo de tener y mantener un empleo estable
Demagogia y disparate que concurren también en ese anuncio de que Santiago Abascal será el vicepresidente del Gobierno de Feijóo, demostrando cinismo o ignorancia, cuando el propio presidente popular anunció públicamente en el Hormiguero que ya sabe quien será su vicepresidenta y que será una mujer. Y hasta la fecha no nos consta que Abascal se haya apuntado a la Ley Trans.
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