Siempre se había aceptado que en parlamento se podría discutir de todo, para ello amparaban a los cargos electos de la inmunidad parlamentaria. Esto era cierto hasta, a pesar de lo que diga la Constitución, los altos tribunales se dedicaron a prohibir el debate de algunos temas y el poder legislativo acató sumisamente .esta prohibición que crea un peligroso precedente y un no menos peligroso deterioro del sistema democrático.
La periodista Elisa Beni en un lúcido artículo publicado en el digital catalán “El Nacional” y titulado “La primera piedra del camino al infierno” se escandalizaba de la proposición de ley para reformar el reglamento del Parlament catalán proponiendo “prohibir los discursos de odio en la Cámara”. Esta propuesta la presentaron conjuntamente en el registro ERC y la CUP.
Es seguro que la iniciativa de ambas formaciones de izquierda no pretenden solidarizarse con las decisiones de los tribunales españoles, pero el efecto que puede tener, caso de prosperar, puede ser radicalmente el opuesto a su pretensión, además de ser dudosamente democrático.
Es evidente que determinadas formaciones hacen unos discursos que a muchos nos parecen repugnantes, que suenan a fascistas e incluso golpistas y que promueven el odio, pero en cualquier caso quien los pronuncia lo hace con la fuerza de miles de votos que les han otorgado unos ciudadanos que conocían las propuestas de estas formaciones y los votaron por que deseaban que defendieran estos planteamientos. Guste o no, esta es la base de la democracia. Lo preocupante no es que estas formaciones hagan estos discursos en sede parlamentaria si no que mucha gente los avale con sus votos,
Además la propuesta de ERC y la CUP es muy peligrosa incluso por los intereses que defienden ambas formaciones. Determinados sectores pueden considerar que son discursos de odio la defensa del derecho de autodeterminación, proponer referéndums de independencia o exigir el uso de lenguas cooficiales ante las instituciones públicas (empezando por las fuerzas policiales o judiciales) o la enseñanza de estas mismas lenguas. Y no digamos si entraran en estos vetos los poderes fácticos como la iglesia , la banca, las grandes mulitinacionales o los militares ERC y CUP proponen «prohibir discursos de odio» en el Parlament e incorporar el voto telemático
Los grupos de ERC y la CUP han registrado una proposición de ley para reformar parcialmente el Reglamento del Parlament en la que proponen «prohibir los discursos de odio» en la Cámara, incorporar el voto telemático en situaciones excepcionales y ampliar los supuestos de delegación de voto.
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