El Euribor a 12 meses, el índice al que están referenciadas la mayoría de hipotecas variables en España, ha caído al 3,509% en su tasa diaria, aunque la mensual sigue por encima del 3,8%. Entre el 1 y 9 de marzo, la evolución diaria del Euribor había mantenido su tendencia alcista, alcanzando un máximo desde noviembre de 2008 al situarse en el 3,978%.
Sin embargo, el viernes 10 de marzo, comenzó a descender, coincidiendo con las primeras señales de alarma relacionadas con Silicon Valley Bank (SVB), finamente intervenido, y con el Signature Bank, especializado en criptodivisas y en proceso de liquidación.
Ahora los inversores empiezan a anticipar cambios en el rumbo de las subidas de tipos por parte de los bancos centrales: el BCE se reúne el jueves 16 de marzo, y la Fed, la semana que viene. Y eso se ha trasladado al Euribor, que marca el 3,509%, frente al 3,858% del lunes y al 3,908% de la semana pasada. Sin embargo, la media mensual sigue en el 3,8401%, por encima del 3,534% de febrero.
El consejero delegado de Banca March, José Luis Acea, descarta un contagio de la crisis del SVB a la banca española, pero aprovecha para recordar que «la gestión prudente no convive con el riesgo» y que «la regulación es una defensa de los clientes que los bancos tenemos que cumplir holgadamente».
El equipo de Mercados de Banca March señala que el SVB «es idiosincrático», lo que debería «evitar el contagio a entidades sistémicas», pero alerta del incremento del coste del crédito por «el mayor escrutinio» a los bancos, especialmente a su base de depósitos y a los bonos en cartera y posibles pérdidas no realizadas. Ese endurecimiento de las condiciones financieras presionará al crecimiento económico a la baja, incrementando el riesgo de recesión.
«Los tipos subirán más despacio, pero no necesariamente menos», advierten los expertos de Mercados de Banca March.
Para el director de BBVA Research y economista jefe de Grupo BBVA, Jorge Sicilia, la crisis del SVB «no debería tener ningún impacto significativo a nivel agregado o estructural», ya que se trata de una «gestión bastante extraña o incluso negligente de sus riesgos de balance» por parte de una entidad, no de toda la banca de EEUU o la europea.
Stéphane Déo, jefe de estrategia de mercados de Ostrum AM (Natixis IM), cree que «las medidas tomadas por la FDIC y la Fed reducen significativamente la probabilidad de una crisis sistémica de este tipo, pero hay secuelas, la rentabilidad de los bancos o, al menos, la capacidad de los bancos para asignar créditos se verá inevitablemente afectada». «Ésta es, después de todo, la crisis crediticia que la Fed quería para frenar la inflación», subraya.
“Los bancos pequeños están claramente bajo presión. El problema es, hasta cierto punto, específico. Los depósitos de SVB habían aumentado enormemente, lo que llevó al banco a invertir su liquidez en valores a largo plazo. Otro elemento específico era que el riesgo de tipo de interés no estaba cubierto, una aberración total en términos de gestión de riesgos”, añade.
Axel Botte, estratega global de mercados de Ostrum, opina que “a multiplicidad de riesgos financieros exige cierta flexibilidad en la realización del endurecimiento monetario” `por parte de los bancos centrales.
Vincent Vinatier, gestor de carteras en AXA Investment Managers, opina que tras el colapso de SVB «es probable que la Fed adopte un enfoque más prudente a la hora de subir los tipos, ya que lo importante sigue siendo la inflación y la fortaleza económica». «La economía estadounidense acabará ralentizándose, probablemente un poco antes de lo esperado tras estos acontecimientos, pero aún podría tardar un tiempo»l, apunta.
«Es probable que se produzcan más dificultades de financiación en el ámbito de los fondos de capital riesgo/inversión y apalancados, ya que se reducirá significativamente el apetito por la financiación de empresas deficitarias y se cuestionarán las valoraciones de los fondos de capital riesgo/inversión», añade.
«Debería surgir un entorno operativo gradualmente mejor para las empresas tecnológicas rentables ‘antiguas’ y/o consolidadas con balances sólidos, con una presión significativamente menos disruptiva por parte de los nuevos participantes. En el sector financiero, los grandes bancos disfrutarán de una fuerte ventaja competitiva en términos de costes de depósito», concluye.
Aviso Legal
Esta es la opinión de los internautas, no de diarioabierto.es
No está permitido verter comentarios contrarios a la ley o injuriantes.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.
Su direcciónn de e-mail no será publicada ni usada con fines publicitarios.