Júlia Turbany, vicepresidente de ventas de Swan.

«El futuro de la banca no está en los bancos. Está en las empresas», asegura Júlia Turbany, vicepresidente de ventas de Swan. Y la fintech francesa creada en 2019, y que procesa desde entonces 5.000 millones€ en transacciones (400 millones€ mensuales), «entiende lo que necesitan las empresas tecnológicas españolas» y además ·»las acompañamos en su crecimiento»

España es, después de Alemania, el segundo mercado europeo en el que Swan desembarca con oficina, situada en Barcelona. El objetivo para el primer ejercicio es captar hasta una quincena de empresas y 20.000 clientes finales.

Ya trabaja en España con la aplicación de bienestar financiero PayFlow  y con la plataforma de gestión de gastos OKTicket. Y hay conversaciones con Carrefour España. Pero Swan no quiere limitarse a grandes grupos y startup disruptivas, sino captar «cualquier empresa que quiera estar al día».

La fintech, que tiene más de un centenar de empleados (de 16 nacionalidades), ha captado 24 millones€ en financiación (proporcionada, entre otros, por Creandum y Accel), y cuenta con más de 100 empresas clientes en una decena de países del Espacio Económico Europeo (tiene licencia para operar en 30). Entre ellas, Expensya, Carrefour, Agicap, Ride Capital o Friday Finance.

Su propuesta se basa en una plataforma para que las empresas puedan ofrecer servicios financieros (cuentas, tarjetas de débito, y pagos) en sus propios productos. De esta forma, mejoran la experiencia del cliente y triplican los ingresos medios (cuotas de suscripción más altas al incorporar productos financieros, comisiones bancarias directas e indirectas, las generadas por los tipos de interés).

Júlia Turbany pone el ejemplo de Expensya: «en 2023 un tercio de su facturación vendrá de tarjetas integradas). Y cita un vaticinio de Bain Capital Ventures: las finanzas integradas captarán el 40% del total y su valor ascenderá a 7,2 billones$ en 2030.