Bob Dylan resucitado por un productor milagroso

17/02/2023

Luis Picabia. Daniel Lanois reavivó al Premio Nobel al ponerse a su servicio para grabar “Time Out Of Mind”.

Ha habido momentos en la historia del pop rock que han sido estelares, no solo por la creación de alguna obra mayor, sino también por la producción de esa obra. Son momentos en los que la aparición de un buen productor ha servido para recuperar a un artista o grupo y para apoyarles en su reencauzamiento a terrenos más propios de su genio.

Pasó con Jim Steinman a la hora de asumir la producción del mejor disco de Meat Loaf. Y el de   más éxito: “Bat Out Of Hell”. Y pasó con Daniel Lanois  cuando aceptó producir el álbum “Time Out Of Mind”. En ambos casos, colaboraron a que se grabasen dos álbumes extraordinarios y, en el caso de Dylan, de canciones suyas después de una temporada de lecturas de temas de otros y de momentos de menos talento que al que nos tenía acostumbrados.

Fragmentos de alta tensión

Ese álbum, de título muy significativo, se publicó en 1984 y se reedita con todo lujo de detalles, entre ellos, treinta y cinco tomas inéditas, bajo el nombre de “Fragments. Time Out Of Time Sessions (1996-1997): The Bootleg Series Vol.17”. Fue una grabación con instantes de altísima tensión. Dylan nunca había trabajado con un productor tan pulcro, riguroso y exigente y a Lanois le desesperaba la condescendencia con la tosquedad y la falta de preocupación del maestro de Duluth ante “las tomas poco acertadas”, según el esforzado Lanois.

Este productor de lujo es, además, pianista, guitarrista, cantante y arreglador y ambientador de discos de músicos tan míticos como Neil Young, U2, Emmylou Harris y de su maestro, Brian Eno. Pero Lanois también ha grabado a su nombre varios discos, entre ellos, “Belladona”, “Shine”, “Fort the Beauty of Wynona” y “Acadie”. Con todo, entre sus hazañas debemos insistir en la recuperación de Dylan y en la producción esforzada de esta magistral obra.

Un Dylan resucitado

Dylan resucitó con canciones tan insuperables como “Standing in the Doorway”, ocho minutos de una hermosísima mezcla de “I Threw It alloway” y “The Girl Of Country North”, temas de su álbum “Nashville Skyline”, cuyo espíritu sobrevuela también en otra de las joyas, “Tryin To Get to Heaven”. Y además está “Not Dark Yet” que fue single. De los pocos que sacó Dylan y que vendió bastante bien.

Además, hay mucho blues, como “Love Sick”, “Million Miles”, “Till I feel in love” o la brillante novedad “Mississippi”. Incluso, rock and roll en “Dirt Road Blues”. Bastantes de esas canciones y varias de las nuevas, -repartidas en cajas de lujo de 4 vinilos o de 5 cds o en formato de doble cd-, gozan de una nueva dimensión, casi siempre más ligera, etérea y luminosa que la que tenían en el álbum original. Y es que Lanois es un enamorado de los ambientes oscuros y densos, pero siempre perfectos para que sucedan milagros.

Sello: Columbia. Precio: 25, 2cds. Discografía esencial: “Blonde on Blonde”, “Highway 61”, “John Wesley Harding”, “Blood On The Tracks”, “Planet Waves”. Influencias: Robert Johnson, Willie Dixon, The Hawks, Woody Guthrie, Johnny Cash. Influye: en todo bicho viviente.

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