Según datos de la patronal Unespa, en nuestro país circulan cerca de 33 millones de vehículos asegurados. Hoy en día, hacer referencia a la contratación de seguros de coche se considera algo normal y cotidiano. Sin embargo, no era así en los orígenes de la automoción. Y tuvieron que transcurrir varias décadas hasta que el aseguramiento de vehículos a motor se regulase en España.
¿Quién contrató el primer seguro de responsabilidad civil?
Aunque concebido un año antes, el ingeniero e inventor alemán Karl Benz patentó el considerado primer automóvil moderno de la historia en 1886. Se trataba de un triciclo biplaza, conocido como Patent-Motorwagen, equipado con un propulsor monocilíndrico de gasolina que entregaba una potencia de 0,7 CV.
Una década después, la industria automovilística, aunque tímidamente, comenzaba a florecer en distintos rincones del mundo. En el caso de Estados Unidos, Henry Ford alumbraba su primer vehículo. Denominado Quadrycicle, lo creó en la primavera de 1896, con la ayuda de su esposa Clara y algunos conocidos, en el cobertizo de una vivienda ubicada en el número 58 de Bagley Avenue (Detroit).
Y fue precisamente al otro lado del Atlántico donde se suscribió la considerada primera póliza de seguro de coche. La misma se emitió en Dayton (Ohio) a nombre de Gilbert J. Loomis, quien pagó 1.000 dólares de la época para cubrir su responsabilidad civil en el supuesto de causar daños personales o materiales a terceros.
¿Cuándo se obligó a contratar seguros de coche en España?
A partir de ahí, las aseguradoras comenzaron a adaptar los seguros de carruajes tirados por animales a los cada vez más numerosos vehículos a motor. En España, el valenciano Emilio de la Cuadra empezó a fabricar automóviles en 1899. Y en 1900 se matriculó el primer coche en nuestro país, un Clément francés en Palma de Mallorca. Eran los albores de un sector al que se irían sumando marcas como Anglada, Castro, Fénix, Hispano-Suiza…
Durante más de medio siglo, la contratación de seguros de coche fue opcional. Algo que cambió en la década de los años 60 con el boom del popular SEAT 600. Concretamente, en 1962 se aprobó la Ley sobre Uso y Circulación de Vehículos de Motor. Una norma que introducía el seguro obligatorio para, inicialmente, resarcir los daños causados a las personas. Y a partir de 1987, a estos últimos se sumaron los daños materiales
¿Qué coberturas incluye un seguro de coche obligatorio?
Hoy en día, los seguros de coche deben incluir la cobertura de Responsabilidad Civil obligatoria, cuyo alcance se complementa con la garantía de Responsabilidad Civil voluntaria, para cubrir los daños personales y materiales ocasionados a terceros. De igual manera, todas las pólizas, a través del Consorcio de Compensación de Seguros, cubren riesgos extraordinarios como inundaciones, erupciones volcánicas, acciones violentas, etc.
No obstante, lejos de ceñirse a las citadas, las compañías aseguradoras completan la modalidad de Seguro a Terceros con garantías voluntarias. Entre ellas, las coberturas de Defensa Jurídica y Reclamación de Daños, Gestión de Multas, Accidentes del Conductor y Asistencia en Viaje.
Actualmente, la multa económica por circular sin seguro oscila entre 601 y 3.005 euros. Además, los infractores se arriesgan a pagar los gastos derivados del traslado, inmovilización y depósito del vehículo. Y también a asumir el resarcimiento de los perjuicios provocados de su propio bolsillo. Incluso podrían cumplir pena de prisión si incurriesen en un delito penal.