Caixa Penedès, ahora integrada en Banco Mare Nostrum, ha nombrado presidente de forma provisional a su vicepresidente, Albert Vancells. El consejo de administración de la caja catalana, que ahora sólo controla directamente su obra social, ha decidido fulminar a su cúpula tras comprobar “la falta de transparencia, excepcionalidad y desproporción” de las retribuciones en materia de previsión social de cuatro de sus directivos que ascienden a 20 millones de euros. El consejo subraya que el “pensionazo” que se habían asignado los ahora expulsados se había instrumentado a espaldas del órgano de gobierno, sin contar en ningún momento con información sobre estas remuneraciones.

En un comunicado difundido al finalizar la reunión del máximo órgano de gobierno de la entidad, sus consejeros han sido tajantes en la argumentación para cesar a sus máximos ejecutivos, aunque la fórmula elegida haya sido la de “aceptar sus dimisiones”. En la misma reunión, el consejo de administración anuncia que “estudiará la manera de corregir esta situación, acordando las medidas más favorables para los intereses sociales, protegiendo en todo momento los intereses generales, la reputación de una caja de ahorros de enorme tradición y profundo enraizamiento social, con una gran vinculación y compromiso con su territorio”.

Aunque el consejo de administración no ha anunciado la adopción de medidas judiciales contra sus hasta ahora dirigentes, sí que subraya que impulsará “la aplicación estricta de los principios generales de un buen gobierno corporativo y la defensa de la seriedad y profesionalidad de los empleados y consejeros de la entidad”.