No siempre son las más grandes, ni las más antiguas, ni las más famosas, pero sí que son las que tienen un mayor encanto; perfectas para disfrutar en alguna de sus terrazas, mientras se contempla el entorno, se toma un café y se vive su ambiente. Estos son algunas de las plazas más populares del Viejo Continente, elegidas por miles de usuarios del buscador de vuelos y hoteles Jetcost.es entre cientos de emplazamientos similares.

Plaza Navona, Roma
Plaza Navona, Roma. Pura belleza en cada rincón. Situada en el corazón de la capital italiana, es una de las más famosas del mundo. Su origen es de la época romana, ocupando el lugar donde estaba el Estadio de Domiciano, un impresionante recinto con un aforo de 30.000 espectadores, aunque fue reconstruida en el siglo XV. Sus tres espectaculares fuentes Quattro Fiumi, del Moro y Nettuno; los edificios barrocos que la rodean o sus pintorescos cafés y los artistas callejeros, la convierten en uno de esos lugares únicos. Seguramente, la fuente más bella es la de los Cuatro Ríos, obra de Bernini, dedicada a cuatro ríos míticos: el Nilo, Danubio, Ganges y el río de La Plata.

Piazza del Campo, Siena
Piazza del Campo, Siena. Es una de las pocas plazas medievales que se conservan con su peculiar forma de concha y con una inclinación hacia la torre de Mangia, el gran edificio que la preside. Frente a lo que era habitual en la época, en la que los grandes señores se construían torres para mostrar su poder, los edificios palaciegos que rodean esta legendaria piazza tienen la misma altura mostrando un frontal muy uniforme. Lo que la ha hecho universalmente conocida es su Fiesta del Palio, que se celebra cada año y se remonta a más de cuatro siglos. Los representantes de cada barrio de Siena animan a sus respectivos jinetes en una carrera a caballo que dura pocos minutos y cuyo único premio es un palio, es decir un estandarte de seda. Tiene lugar en dos fechas, el 2 de julio con el nombre del Palio di Provenzano, en honor de la Virgen de Provenzano; y el 16 de agosto, conocido como el Palio de Assunta, que conmemora la fiesta de la Asunción de María.

Plaza de la Ciudad Vieja, Praga
Plaza de la Ciudad Vieja, Praga. Remontándose al siglo XII, este enclave es una muestra magnífica de la arquitectura medieval. Dominada por el antiguo ayuntamiento, el reloj astronómico y la iglesia de Týn es, además, el lugar más animado de la capital checa y se encuentra muy cerca del célebre puente de Carlos. El reloj, al dar las horas, entre las nueve de la mañana y las once de la noche, hace caminar a unas figuras que representan a los doce apóstoles. La esfera es una expresión de la visión medieval de la astronomía, con la Tierra en el centro del universo y tres discos superpuestos que indican la hora en la República Checa, Europa Central y Babilonia respectivamente. Desde su torre gótica se puede contemplar unas bonitas panorámicas de la ciudad.

La Grand-Place, Bruselas
La Grand-Place, Bruselas. Escenario, como muchas grandes plazas de acontecimientos festivos y dramáticos, la arquitectura que la rodea la convierten en una auténtica obra de arte. Su principal edificio y el más antiguo, es el hotel de Ville o ayuntamiento que data de 1459, en el que destaca una torre de casi cien metros de altura rematada con una estatua de San Miguel. La Maison du Roi se construyó en el año 1536 y durante muchos años fue el lugar de residencia de los monarcas reinantes, pero hoy en día acoge un museo. Pero sin duda el lugar más visitado es el Roy d´Espagne, el bar más famoso de la Grand Place porque, aparte de buena cerveza, ofrece unas panorámicas vistas desde su terraza.

Plaza de la Santísima Trinidad, Budapest
Plaza de la Santísima Trinidad, Budapest. Situada en la parte más alta de Buda está rodeada de edificios y monumentos históricos, como la iglesia de Matías, el castillo de Buda y el bastión de los pescadores. También hay una estatua icónica dedicada a la Santísima Trinidad que rinde homenaje a las víctimas de la peste; y otra más moderna, de San Esteban. También se ubica allí la Casa del Vino Húngaro que representa la totalidad de las regiones vinícolas del país y tiene botellas de unos setecientos vinos diferentes. Muchos de ellos se pueden degustar por el precio de la entrada.

Plaza Pretoria, Palermo
Plaza Pretoria, Palermo. La Fontana Pretoria, con la plaza del mismo nombre en la que se encuentra, es uno de los lugares más fotografiado de la capital siciliana. Se trata de una fuente renacentista, en principio destinada al jardín privado de una mansión señorial florentina. Su escenario representa el mundo mitológico de la antigüedad, con dioses, ninfas y nereidas mostrando sus cuerpos desnudos. La impresionante fuente se eleva hasta unos trece metros y se puede acceder a su interior y fue realizada enteramente en mármol blanco de Carrara. Justo detrás se encuentra la iglesia conventual de Santa Caterina d’Alessandria.
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