OBServatory, el Centro de Investigación de OBS Business School, publica el informe ‘Sobre innovación educativa: la intersección entre la pedagogía digital, la inteligencia artificial y el aprendizaje personalizado’, pilotado por Luis Toro, director de Programas Académicos de la escuela de negocios.
El planteamiento del estudio es original, ya que parte de que tener éxito en la economía actual va más allá del rendimiento académico tradicional. Los estudiantes no son radicalmente distintos a los del pasado, pero sí los diferencia la extendida utilización de la tecnología digital. Ésta está cambiando radicalmente la forma en que los estudiantes pueden explorar recursos, trabajar en equipos, comunicarse y aprender.
Además, la pandemia evidencia la necesidad de mayores niveles de capacitación digital en las instituciones educativas y también en los docentes, que generalmente tienen habilidades tecnológicas inferiores a las de sus alumnos. Menos del 40% de los educadores de la Unión Europea se siente preparado para utilizar las tecnologías digitales en la enseñanza.
La pandemia también ha hecho aflorar las desigualdades en el acceso a Internet. El 25% de los hogares con bajos ingresos no tiene acceso a ordenadores ni banda ancha. Más de la mitad de los maestros manifiesta que su centro escolar no cuenta con suficientes dispositivos y casi el 75% no puede garantizar que sus estudiantes puedan completar las tareas que requieren acceso a la tecnología fuera del horario escolar.
Pero lo más importante es que la transformación digital ha forzado un cambio en el rol del profesor en el aula. Ahora asume un papel más de tutor, colaborador o moderador en el proceso de aprendizaje, y con unos estudiantes que aprenden más de forma independiente.
El informe de OBS indica que la mera presencia de un ordenador en el aula no hace que el aprendizaje sea efectivo. La penetración de la tecnología en los hogares y de los teléfonos ‘inteligentes’ refuerza la necesidad de incorporar una adecuada alfabetización digital.
El papel de la Inteligencia Artificial
Y aquí jugará un papel protagonista la Inteligencia Artificial (IA), hasta ahora limitada en el sistema educativo a impulsar la inscripción o agilizar las operaciones. Pero los algoritmos de aprendizaje, las redes neuronales y el aprendizaje automático cobran un protagonismo cada vez mayor en el reconocimiento de voz y el procesamiento de imágenes.
Ya se están creando aplicaciones de alerta temprana que detectan cuándo el comportamiento de un estudiante puede indicar una mayor probabilidad de abandono escolar. Sistemas de recomendación automática capaces de interactuar con un estudiante en función de su perfil, comportamiento y desempeño. También, otros capaces de monitorear el dominio del estudiante sobre una determinada materia para después recomendarle recursos pedagógicos como simulaciones, juegos o videos que se adapten a sus requisitos de aprendizaje.
Hay que «analizar y planificar cuál puede ser la mejor manera de implementar estas tecnologías basadas en la IA para que sean eficaces, éticas y equitativas, mitigando los riesgos e identificando sus posibles consecuencias negativas”, subraya Luis Toro. “la rápida aparición de nuevas tecnologías y el hecho, más que probable, de que las aplicaciones más importantes de la IA para la educación ni siquiera se hayan inventado todavía, exige que los responsables de la planificación educativa utilicen una perspectiva estratégica que les permita ser eficaces”, advierte
Un ejemplo práctico de la aplicación de la IA en la educación es la implementación en la Universidad de Murcia de un chatbot para responder a las preguntas de los estudiantes sobre el campus y las áreas de estudio. El programa es capaz de contestar más de 38.708 preguntas con un grado de acierto superior al 91%. Los administradores han descubierto además que el chatbot aumenta la motivación de los estudiantes.
La IA ayudará a personalizar de verdad el aprendizaje, a abordar las necesidades educativas individuales de cada estudiante. Es verdad que el 75% de los profesores considera que no ha recibido suficiente formación sobre el uso de las tecnologías para la personalización del aprendizaje.
“Las vías de aprendizaje personalizadas con la ayuda de la IA y el aprendizaje automático podrían servir de soporte para crear una experiencia más atractiva para los estudiantes, aumentar su motivación y evitar que abandonen el sistema”, afirma el Luis Toro.
Formación en la empresa
El informe de OBS indica que un 43% de la Generación Z prefiere los programas totalmente autodirigidos. El 87% de los Millennials, que forman la mayor parte de la fuerza de trabajo actual, dice que siente que su experiencia de aprendizaje es aburrida y no relevante. Uno de cada tres Baby Boomers no recibe ningún tipo de formación tecnológica de su empresa.
En el contexto de la formación dentro de la empresa, la personalización es clave para garantizar un aprendizaje efectivo y un mayor rendimiento; sobre todo teniendo en cuenta que las bajas tasas de participación de los empleados continúan representando una amenaza para la productividad.
“Para implementar el aprendizaje personalizado es necesaria una infraestructura tecnológica que permita y promueva que los estudiantes aprendan a su propio ritmo, en su propio tiempo y en cualquier lugar. Esta debería incluir Internet inalámbrico de alta velocidad, aplicaciones basadas en la ‘nube’ para respaldar y administrar el aprendizaje y dispositivos que brinden a los estudiantes y educadores la libertad de aprender y enseñar”, concluye el informe.
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