Charlie Watts

Las alarmantes noticias de hace unos días, que indicaban que Charlie Watts, legendario batería de los Rolling Stones, no podía acompañarles en la próxima y cercana gira hacían presagiar que podía acaecer algo muy grave para que Watts se perdiera algún concierto de sus colegas de siempre. Los vaticinios, por desgracia, se han cumplido. Los Stones se quedan sin batería al morir hoy a los 80 años de edad.

La explicación que dio el agente del músico, hace menos de una semana,  es que no iba a la gira porque le convenía “tomarse un descanso para recuperarse de un reciente procedimiento médico”. Hay que recordar que en 2004, se le detectó un cáncer de garganta del que, en principio, se curó sin secuelas.

Charlie llevaba 58 años con los Stones y, aunque no fue miembro fundador, se integró de tal manera en el grupo que tanto Mick Jagger como Keith Richards consideraban con frecuencia que, sin él, los Stones se hubieran separado hace ya mucho tiempo. Por un lado, servía de catalizador y recomponía los rotos en las relaciones personales de ambos. Por otro, una fuerte y seria personalidad le confería madera de líder sin hacer aspavientos ni excentricidades. De hecho, el mismo decía que no tenía aspecto de estrella del rock.

Puñetazo a Jagger

Eso sí, si le tocaban las narices saltaba. Como por ejemplo cuando durante una estancia de los miembros del quinteto inglés en un hotel, Jagger fuera de sí, exigió la presencia “inmediata de su batería”. Charlie, una vez avisado, se vistió con tranquilidad y pulcritud, bajó a la habitación de Jagger y le estampó un sonoro puñetazo al tiempo que exclamaba “que sea la última vez que me llamas tu baterista, tú sí que eres mi cantante”.

Descanse en paz un músico carismático, profesional, buen padre, fiel marido, excelente abuelo y muy amante del jazz y el blues que interpretaba, entre gira y gira de los Stones, con su grupo de amigos llamado “Charlie Watts Quintet”.