A la vista de los acontecimientos y el disparate en que se ha convertido el riesgo país irlandés y luso, Silvio Peruzzo, economista del Royal Bank of Scotland (RBS) para la eurozona, asegura que en estos momentos no se puede descartar nada, incluida la intervención por parte del BCE en Irlanda “en una o dos semanas” y de Portugal “en un mes”. El objetivo sería evitar el contagio al resto de las economías de la zona euro y dilapidar el miedo a la quiebra de los Estados miembro situados al sur de Europa.
En esta toma de posiciones por parte del BCE, Peruzzo incluye también a España, ya que según el economista el Banco Central la que dice que “el BCE comenzará a comprar deuda española en breve”.
La maniobra del BCE, explica el experto de RBS, sería contener el mercado de deuda a fin de evitar el colapso económico de estos países, ya que de una u otra manera afectaría también al resto de las economías, incluida la alemana.
{destacado}Los cálculos del economista sobre el calendario de intervención son tan contundentes que parece irreversible la intervención. O el BCE toma cartas en el asunto o la bancarrota llegará a Irlanda y Portugal, por ese orden, y luego España y el resto. De ahí, la necesidad de que dentro de dos o tres semanas el Fondo de Estabilización Financiera europeo deba acudir al rescate de Irlanda. No hay marcha atrás, pese a la resistencia de las autoridades irlandesas, pero se trata de evitar un mal mayor como es que se contagien el resto de las economías de la zona euro.
Y después de Irlanda, le llegará el turno a Portugal. Por los mismos motivos. Con ello, se evitará la tentación del mercado de seguir “atacando” la deuda de estos países.
El tamaño importa
Por lo que respecta a España, Peruzzo considera que es un país “demasiado grande” para ser intervenido, por lo que en lugar de la intervención –matiza el economista- optará “en las próximas semanas” por comprar deuda española a fin de “estabilizar el mercado y evitar el contagio”.
Para el experto del RBS resulta claro que mejor es intervenir ahora, que es un problema puntual, a que se convierta en un problema “sistémico” que termine afectando al crecimiento económico de todos los países del euro.
De cara a al cierre de 2010 y comienzos de 2011, Peruzzo precisa que el “riesgo” está tanto en el sector externo (las exportaciones de la mayoría de los países sigue sin mejorar), como en la demanda interna, para la que augura nuevas caídas. La realidad es clara: si las previsiones de crecimiento de cada país se encuentran por debajo de las previsiones de tipos de interés, el resultado no puede ser otro que “la financiación es insostenible”.
En este análisis de la situación, el experto de RBS también achaca a Alemania y Francia parte del problema, ya que al ser los “motores” de la economía europea en estos momentos no han acertado en reforzar la imagen que debe dar la UE de que “los riesgos se comparten”, y sobre todo, plantarle cara a los fondos de inversión y a los grandes fondos de pensiones haciéndoles comprender que la UE “no va a permitir que ningún país llegue a la bancarrota”.
una “Ha habido un claro problema de comunicación en toda esta crisis”, pone de manifiesto Peruzzo. “Los encargados de la política económica de la UE, esencialmente Francia y Alemania, no han sabido transmitir al mercado la idea de que en la unión los riesgos se comparten”. “Deberían ser más comunicativos y hacer ver a los fondos de inversión y los grandes fondos de pensiones, especialmente, que la UE no va a permitir una bancarrota”.
Peruzzo, asimismo, no ve otra solución que la intervención del BCE, como en su día ocurrió con Grecia, ya que otras opciones como “salirse del euro” no son viables, porque solo pondría más difícil salir de la actual crisis, ya que la moneda única en estos momentos “sirve de protección” y el que la abandone “se quedaría solo en una isla”.
Ante la cadena de acontecimientos que sigue viviendo la zona euro, RBS considera que el crecimiento de la UE se va a ver afectado durante los próximos años. O lo que es lo mismo, la recuperación rápida que se esperaba no va a llegar porque, según define Peruzzo, “la recuperación todavía es frágil”.
Así las cosas, en las previsiones de RBS se prevé que a mediados de 2011 comience la revalorización del dólar frente al euro, aunque dicha recuperación podría producirse antes s8i la UE es capaz de frenar al mercado sobre el riesgo país de los países afectados.
Por lo que respecta a los tipos de interés, para el próximo ejercicio RBS descarta que se vaya a producir “algún movimiento”. Todo dependerá si Alemania y Francia terminan de salir de la crisis. Si ocurre una recuperación rápida de ambas economías y la inflación comienza a subir, entonces Peruzzo reconoce que ambos gobiernos comenzarán a presionar para que los tipos suban. Pero sólo entonces.
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