A pesar de que hay normativas en vigor como el Reglamento General de Protección de Datos (RDPD), el 79% de los consumidores españoles “no tiene ni idea” de cuántas organizaciones tienen acceso, usan o almacenan sus datos personales, incluyendo direcciones de email, números de contacto o detalles bancarios. El 28% ignora totalmente la legislación. Solo el 32% señala conocer esas normas,. lo que supone el mismo nivel que en Francia pero muy por debajo de Reino Unido (49%) y Alemania (41%) . Estos datos deja entrever un problema en lo que a la privacidad de datos, comprensión de la legislación y responsabilidad final de su protección se refiere, según un estudio de OpenText.
El 39% no confían en que organizaciones de terceros sean capaces de mantener su información personal privada o a salvo de brechas de datos, hackeos u otros problemas. El 36% de los consumidores estaría dispuesto a pagar más por hacer negocios con una marca que esté verdaderamente comprometida a garantizar la privacidad de sus datos.
La desconfianza que genera la gestión de la protección de los datos hace que haya quien quiera asegurarse de qué están haciendo las empresas con ellos. Así, el 38% se pondría en contacto con una organización para ver cómo está usando su información personal o para comprobar si la está almacenando de manera acorde con la ley. El 17%, además, asegura que ya ha tenido ese contacto en, al menos, una ocasión.
«El COVID-19 ha traído consigo muchos nuevos desafíos para los negocios, incluido la necesidad de cumplir con la regulación de privacidad de datos mientras se adaptan a la ‘nueva normalidad’”, explica Jorge Martínez, director regional de OpenText en España y Portugal. “Muchas organizaciones se han adaptado al teletrabajo y dependen más que nunca de las interacciones digitales para operar. Sin embargo, estos cambios, junto con el aumento de las expectativas de los consumidores en torno a la privacidad de los datos, significan que las organizaciones están bajo una gran presión para garantizar que el cumplimiento de la protección no se vea comprometido por los cambios impulsados por la pandemia. Defender la privacidad de los datos será vital para que las empresas mantengan la confianza de los clientes y generen ingresos en el volátil mercado actual”.
“La crisis del COVID-19 ha acelerado el camino hacia la transformación digital a medida que las compañías han implantado el teletrabajo y han pasado a proporcionar experiencias de cliente digitales”, explica Jorge Martínez, director regional de OpenText en España y Portugal. “El entorno digital es ya una pieza central en prácticamente cualquier interacción de negocio, generando, en consecuencia, más datos que las compañías han de gestionar y proteger. Si bien existe un grado de complacencia entre algunos consumidores españoles en torno a la necesidad de proteger su información personal, la tendencia general es clara y va hacia el aumento de las expectativas de privacidad de los datos, lo que significa que las organizaciones están ahora bajo presión para garantizar que sus soluciones de protección de datos puedan escalar de forma correcta para adecuarse a esta era eminentemente digital”, añade.
Asumir la responsabilidad de la privacidad de los datos
El 57% de los consumidores de España siente que sabe cómo mantener sus propios datos privados y seguros en aplicaciones, cuentas de correo electrónico y redes sociales, desde usar la configuración de privacidad hasta desactivar la geolocalización. Sin embargo, el 17% cree que mantener sus datos protegidos es responsabilidad de la aplicación o empresa en cuestión.
El 17% cree que ya estamos en el punto en el que cada empresa está cumpliendo con sus obligaciones legales en materia de seguridad de la información, situándose por delante de otros países europeos como Alemania (13%), Francia (11%) y Reino Unido (9%). No obstante, casi una quinta parte (18%) ve esto como un futuro lejano o cree que nunca sucederá.
La encuesta también revela que los niveles de confianza del consumidor difieren dependiendo de cómo las empresas gestionan su información personal. El 29% cree que sería más propenso a confiar en que una empresa mantenga sus datos seguros y privados si utilizara procesos manuales para administrarlos debido a la falta de confianza en la automatización total. Otro 21% preferiría que se utilizara una combinación de procesos manuales y automatizados para mantener sus datos privados.
«Más allá de posibles multas, cualquier organización que no cumpla con las leyes de privacidad de datos corre el riesgo de romper la confianza que sus clientes han depositado en ella», comenta el director regional de OpenText. “Los líderes de gestión de riesgos y gobernanza de la información deben seguir capturando, clasificando, analizando y archivando de manera segura los datos personales, ya sea estructurados o no, aunque su negocio se esté ajustando a los procesos que trae consigo la ‘nueva normalidad’. Al invertir en capacidades integrales de gestión de la privacidad respaldadas por el gobierno y la automatización de la información, las organizaciones pueden lograr la protección de datos por defecto, satisfaciendo los requisitos reglamentarios, evitando sanciones por incumplimiento y, lo que es más importante, manteniendo la confianza del cliente».
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