Otegi

10/11/2010

Fernando Ratia.

Arnaldo Otegi va a ser juzgado en la Audiencia Nacional por un presunto delito de enaltecimiento del terrorismo durante un mitin celebrado en Anoeta, en noviembre de 2004. Era lo previsto. Pero lo que no estaba en el guión hace unas semanas eran los apoyos que iba a recibir el portavoz de Batasuna de destacados personajes de la vida política vasca, como el socialista Jesús Eguiguren, quien prestará declaración en el juicio a petición de la abogada de Arnaldo, Jone Goricelaia. Por cierto que también acudirá citado por esta abogada el periodista Gorka Landáburu, víctima de un paquete bomba de ETA en mayo de 2001.

Otegi se encuentra en prisión preventiva desde el 16 de octubre de 2009, fecha en la que fue detenido por orden de Baltasar Garzón, junto al ex secretario general de LAB, Rafael Díez Usabiaga, actualmente en libertad condicional, y otros dirigentes de la Izquierda Abertzale, acusados de intentar reconstruir Batasuna. Desde el momento de su detención, la Audiencia Nacional ha rechazado en tres ocasiones su puesta en libertad.

Y ahora que llega el juicio, debemos reconocer que lo del presidente del PSE, Jesús Eguiguren, no ha sorprendido a nadie, porque es conocido su apoyo a Otegi, tanto en público como en privado. Incluso le hemos oído decir que el portavoz de Batasuna es un “hombre que quiere la paz” y que sería mejor que estuviera  fuera de la cárcel haciendo política.

Otegi será arropado también en este juicio, al que ha llegado a bombo y platillo, por representantes de la Izquierda Abertzale, Eusko Alkartasuna, Aralar, Alternatiba y de los sindicatos ELA y LAB. Ha sido muy explícito el posicionamiento de Eskerra Republicana de Cataluña, cuyo portavoz en el Congreso de los Diputados, Joan Ridao, ha llegado a decir que la paz  no llegará a Euskadi si, por ejemplo, no se empieza liberando al portavoz de la ilegalizada Batasuna, Arnaldo Otegi, a quien se va a juzgar “por motivos políticos”.

Entre tanto, Otegi ha intentado dar un par de vueltas de tuerca a su presión sostenida con la banda terrorista ETA, declarando en un medio de comunicación que en el caso de que los terroristas asesinaran de nuevo Batasuna se “opondría”. Ni siquiera se ha aproximado a la condena explícita que indica la Ley para poder participar en política.

Otegi ha dado a entender que está doblemente preso, porque está entre barrotes físicamente por decisión de la Justicia y porque su mente sigue en la cárcel que le imponen los que empuñan las pistolas en la banda terrorista. Aunque hay quien no hace distinciones entre los de Batasuna que hacen política y los que matan en ETA. El caso es que siguen mandando los mismos y que todavía no se han separado los unos de los otros por discrepar. Sólo han amagado para hacer ver que pueden y quieren presentarse a las próximas elecciones municipales.

Pero frente a todos estos apoyos hacia Otegi están las acusaciones representadas en el juicio. El Ministerio Público se  basa en la exhibición de fotografías de etarras en el acto de Anoeta durante el que se presento el programa político que Batasuna pretendía desarrollar durante los años sucesivos. La Fiscalía pide 18  meses de prisión y 12 de inhabilitación . El Foro de Ermua, como acusación particular, pide cinco años de cárcel y 20 de inhabilitación por este mismo delito y los de desobediencia, reunión ilícita y quiebra de medidas cautelares.

A estas alturas está claro que ni el Gobierno ni la oposición del Partido Popular secundan las manifestaciones de Jesús Eguiguren, sino más bien lo contrario. Lo cierto es que Eguiguren ha metido en un lío a su propio partido y ha obligado a Marcelino Iglesias, su secretario general, a desautorizarlo, aunque en “petit comité”. No hace falta recordar lo que opinan las víctimas del terrorismo, que incluso se han querellado con el presidente del PSE por no revelar el paradero de José Ternera, con quien ha confesado que ha comido en varias ocasiones.

Y frente a todos los apoyos de Otegi se han interpuesto también los representantes de las Fuerzas de Seguridad del Estado. El Sindicato Unificado de Policía recuerda que Otegi es un terrorista y la Confederación Española de Policías ha exigido evitar “soflamas repugnantes” que le presenten como hombre de paz.

En cualquier caso, el ambiente está enrarecido y veremos y oiremos cosas que nos llamarán la atención en los próximos días. Pero no nos engañemos, nada a cambiado de ayer a hoy. Nada, todavía.

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