Nick Cave plasma con serenidad su infinita tristeza
-“Ghosteen” refleja el dolor por la muerte de su hijo adolescente
Nick Cave es un cantante, escritor y compositor con sólidas convicciones espirituales y con arraigadas raíces en el poder migratorio del espíritu humano. Un poder que le permite trasladar la mente a diversos mundos distintos a los terrenales. Lo lleva haciendo desde sus primeras obras de post-punk y rock gótico. Lo ha incrementado con “Murder Ballads” y “Skeleton Tree” y, en estos días, con “Ghosteen”, un álbum en el que se adentra por pasillos de amor y muerte forrados de seda.
De seda son todas las canciones de este álbum doble, cuyo disco 1 está dedicado a los padres y el 2 a los hijos. Una seda que aplaca y sirve de sostén para que el artista no caiga en el abismo ante un dolor insoportable. Una seda hilvanada con palabras de San Juan de la Cruz. Una seda que envuelve canciones de la grandiosidad y la sensibilidad de “Leviathan”, “Waiting For You” “Ghosteen”, “Bright Horses” y, sobre todo, “Hollywood”, la mejor canción del año.
Cave, acompañado por las teclas del omnipotente Warren Ellis, ha hecho un disco grandioso, desgarrador, excepcional a la hora de plasmar con serenidad la infinita tristeza que le invade desde hace cuatro años, los que han pasado de la trágica muerte de uno de sus hijos. A ese hijo, a él mismo y a todos los que han sufrido experiencias similares les hace concebir la esperanza de que más allá, más adelante, podrán reencontrase con sus seres más amados.
Sello: Everlasting. Precio: 17. Discografía selecta: “Murder Ballads”, “Nocturama”, “Birthday Party II.BBC Archives”. Influido por: Robert Johnson, Tom Waits, Van Morrison, Rowland S.Howard. Influye en: Red House Painters, Lambchop, Tindersticks.
Van Morrison y su secular pelea con el dolor y los sentimientos
“Three Chords &The Truth” recupera a un Morrison colosal
El trío “pérdida, tristeza y redención” es uno de los caballos de batalla de Van Morrison, desde el inicio de su carrera. No hay más que escuchar su obra maestra “Astral Weeks” para darse cuenta de ello. Esa especie de marca en el artista, esa pelea con el dolor y los sentimientos, también se reflejó con intensidad en “Veedon Fleece” y en “No Guru, No Method, No Teacher”. Y vuelve a aparecer en el nuevo disco “Three Chords& The Truth”.
Puede ser, aunque me cueste aceptarlo, que los tres o cuatro discos anteriores de Van no merecieran la calificación de matrícula de honor. El nuevo, sí. Hay canciones tan emocionantes como “If We Wait For Mountains”, “Up On Broadway”, “Bags Under My Eyes”, “Days Gone By”, “You Don´t Understand”, “Does Love Conquer All” o “Dark Night Of The Soul” (de nuevo San Juan de la Cruz. ¿Qué tendrá su poesía que tanto gusta a los poetas del rock?)
En este reciente álbum, el duelo y el amor están siempre entrelazados. Una constante en una carrera siempre fiel a los principios esenciales del blues, a la creación de mundos aparte y de migraciones espirituales generadoras de una obra colosal.
Sello: Exile. Precio: 11. Discografía selecta: a los citados, hay que añadir “…Its Too Late To Stop Now”. Influido por: Robert Johnson, Lonnie Donegan. Sam Cooke, Lead Belly. Influye: en todo hijo de vecino.
Aviso Legal
Esta es la opinión de los internautas, no de diarioabierto.es
No está permitido verter comentarios contrarios a la ley o injuriantes.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.
Su direcciónn de e-mail no será publicada ni usada con fines publicitarios.