Determinación en las reformas emprendidas; seguridad en el cumplimiento del déficit público y mejora de la gobernanza europea. Éstas son las tres recetas del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, la vicepresidenta primera, Elena Salgado y el portavoz del Ejecutivo y ministro de Fomento, José Blanco, para sortear la crisis que en estos momentos atraviesa la deuda soberana y tranquilizar a los mercados.
La reunión al máximo nivel del Gobierno español, que duró cerca de dos horas, se centró en analizar la situación a fin de ver qué se puede hacer para tranquilizar los mercados, que llevan esta semana elevando la prima de riesgo por encima de los 400 puntos básicos. Según explico la vicepresidenta primera al término de la reunión, se han estado analizando todos los contactos mantenidos a lo largo del día por los miembros del Gobierno tanto con las autoridades comunitarias como con todos los líderes de los grupos políticos del país. De todo lo hecho, Elena Salgado ha destacado la decisión del presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, de urgir a todos los gobiernos de la zona euro de implementar todas las medidas acordadas en la cumbre extraordinaria europea del pasado 21 de julio. Una urgencia que Salgado compartió con su homólogo alemán, con quien habló a lo largo de la jornada de este miércoles.
Salgado explicó que la situación se ha originado por las tensiones vividas en la última semana por Estados Unidos ante las dudas sobre el posible acuerdo para elevar el techo de gasto público entre republicanos y demócratas. A ello ha sumado la necesidad de implementar cuanto antes los acuerdos de la cumbre europea del 21 de julio, que Barroso ha pedido que se implementen cuanto antes en un comunicado remitido este miércoles a todos los países implicados a fin de que pongan en marcha todos los procedimientos para que sean efectivos cuanto antes.
En el caso español, Salgado aseguró que estos procedimientos estarán en el Congreso el próximo mes de septiembre, «antes de que se disuelvan las Cortes» por el adelanto de las elecciones generales al próximo 20 de noviembre.
Para la vicepresidenta segunda, las tensiones surgidas en estos primeros días de agosto se están produciendo con un escaso volumen de negociación en los mercados y la exacerbación de la volatilidad. De ahí el contacto y colaboración permanente que el Gobierno español está manteniendo con las autoridades comunitarias y todos los líderes de los partidos políticos del país. Y la intención es seguir con el programa de reformas previstos, mensaje dirigido a los mercados.
No obstante, Salgado aprovechó para explicar que en la tensión que se está produciendo sobre la deuda soberana española, el gobierno mantiene una «posición de relativa tranquilidad», ya que la deuda pública del país acabará el año representando el 68% del PIB, un porcentaje notablemente inferior al que registrarán países como Alemania o Bélgica, que superarán el 100% de su PIB.
A ello sumó que la emisión de deuda ya ha cubierto más de dos tercios de las necesidades del país. Por tanto, «la situación es mejor que la de otros», y si bien reconoció que «hay motivos de preocupación», no se puede calificar de «gravísima». Precisamente sobre la emisión que tendrá lugar este jueves (se colocarán entre 2.500 y 3.000 millones de euros en bonos a tres años), Salgado confirmó que pese a los últimos acontecimientos, el Tesoro Público seguirá adelante con esta nueva emisión, ya que «no hemos suspendido ninguna subasta ni en momentos de más tensión que ésta». Además, argumentó la ministra de Economía, que es «bueno que se vea la capacidad de España de acudir a los mercados», pese a que en algunos momentos «paguemos tipos mayores», dado que en otras emisiones los tipos de interés están bajando. Por tanto, explicó Salgado, «acudimos con nuestro mejor criterio y con la esperanza de que el comunicado del presidente de la Comisión europea contribuyan a calmar los ánimos».
En cuanto a las futuras medidas que se adoptarán en los consejos de ministros que se celebrarán el 19 y 26 de este mismo mes, Salgado confirmó que se adoptarán medidas para «apuntalar» el cumplimiento del déficit público, como es la racionalización del gasto farmacéutico y medidas para mejorar la gestión de la recaudación del impuesto de sociedades. En todo caso, descartó que se vaya a incrementar el tipo que grava este impuesto.
Únicamente lamentó que Cristóbal Montoro, portavoz económico del PP, no haya coincidido en sus declaraciones con el presidente del PP, Mariano Rajoy. Acusó a Montoro de realizar declaraciones que «en nada contribuy3en a la tranquilidad de todos», mientras agradeció a Rajoy haber hecho honor de la confianza del presidente del Gobierno por ser el primero al que llamó para explicarle la situación.
La vicepresidenta acabó su intervención manifestando su convencimiento de que, pese a las tensiones de estos primeros días, el Gobierno espera que agosto sea un mes tranquilo, dado que sus tráficos de negociación son limitados: «Creemos que los mercados deberían tranquilizarse». No obstante, y pese a que tanto el presidente como el resto de los miembros del Gobierno estarán pendientes de lo que sucedan.
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