En sus nueve meses al frente de la secretaría de Estado de Empleo, María Luz Rodríguez prácticamente ha concluido la “hoja de ruta” de las tareas pendientes, a las que califica de “piezas de un puzzle” de lo que va suponer “el cambio del modelo del mercado laboral”. Pero sus efectos solo se podrán comprobar cuando la situación económica se normalice. De momento, se apoya en los resultados de la EPA del último año para confirmar que de las 100 actividades productivas que tiene España, en 53 ya se está creando empleo neto en ese último año.
Gracias a la estructura cíclica de la economía española, recalca la responsable de Empleo, en el segundo trimestre se han creado 212.000 empleos, un registro desconocido hasta ahora por las series históricas correspondientes a ese trimestre, incluso en tiempos de bonanza económica. Pero como explica “no me gusta ser complaciente”, porque no olvida que hay más de 4,1 millones de trabajadores que no encuentran un puesto de trabajo y atraviesan “situaciones muy difíciles y complejas”.
Pero no ser complaciente no es incompatible con ser optimista, y Rodríguez apunta algunas de las conclusiones del análisis de la Encuesta de Población Activa (EPA) que muestran hacia dónde va el mercado laboral español: “de las 100 actividades productivas que hay, 53 llevan un año creciendo en empleo neto”. Y eso es positivo, aunque no es suficiente para “absorber los 1,5 millones de empleos que se destruyeron en la construcción durante la crisis”.
Positivo, porque “ahí tenemos un camino para andar”, afirma María Luz Rodríguez, ya que “nos puede servir para ver por dónde podemos hacer la apuesta de futuro” en los sectores económicos. Y con los datos en la mano esa apuesta se dirige a todo lo relacionado con el cuidado de personas (niños menores de tres años, mayores, dependientes, personas con discapacidad…). En este nuevo yacimiento de empleo se han creado 200.000 empleos durante los años de crisis y en el último año otros 176.000 empleos.
A ello se suma que la evolución demográfica va a hacer crecer aún más esta nueva actividad económica. Pero no es la única nueva. De momento, en el último año se crearon 17.000 empleos en todo lo relacionado con la economía verde (tratamiento de residuos, de agua, energía alternativa, biomasa… La secretaria de Estado está convencida de que este ámbito también “va a ser un nicho de trabajo futuro”.
Y, por último, otro sector con mucho potencial para crear empleo es el relacionado con la ciencia y la innovación, que en el último año ha creado 18.000 nuevos puestos de trabajo. Por tanto, y aunque los datos aún no son grandes, es por dónde se están teniendo más avances.
A ello se suman otros ya conocidos. Así, se sigue manteniendo como uno de los motores económicos el turismo, donde en el último año se han creado 42.000 nuevos empleos y “este año va a ser bueno” y en 2011 todo apunta a que “va a ser bueno” y con muchas posibilidades de seguir creciendo en los próximos ejercicios.
También ha crecido el empleo en el transporte (20.000); en todas las actividades relacionadas con el empleo; en la seguridad privada; en la educación fuera de la pública; otros 40.000 empleos en el sector de ocio y cultura, y sin olvidar la industria, sobre todo manufacturera, con otros 12.000 empleos. En todos se está creando empleo neto, aunque “los nichos más intensos del futuro” son los que tienen que ver con la economía verde y energía, nuevas tecnologías y cuidados de mayores y “hacia ahí tenemos que apuntar”, insiste una y otra vez Rodríguez.
Otra tendencia que han comprobado en el Ministerio de Trabajo es que el 85% de los puestos de trabajo que se van a generas exigirán “cualificación intermedia y superior”, por lo que las tareas ya están “marcadas”: las políticas de formación van a ser las más importantes, sobre todo para los jóvenes, y en especial para aquellos que abandonaron los estudios para trabajar en la construcción.
“Hoja de ruta”
María Luz Rodríguez también hace un balance de sus nueve meses al frente de la secretaría de Estado. Un periodo de trabajo intenso en el que prácticamente ha finalizado “la hoja de ruta”. Cuando llegó la reforma laboral entraba en vigor, tras el trámite parlamentario, pero había que desarrollarla. Y a ello ha dedicado parte de su empeño: “agencias privadas de colocación, está; expedientes de regulación de empleo, están; protocolo de actuación para jóvenes y procedentes de la construcción, está; acuerdos sectoriales para que las empresas de trabajo temporal (ETT) puedan entrar en sectores de actividad, está; fondo de capitalización, a punto, aunque no entrará en vigor hasta 2013 porque la situación económica no lo permite…”. En definitiva, casi todo, únicamente falta la regulación de la relación laboral de las personas con discapacidad en centros de empleo, de lo que ya se está hablando con las asociaciones representativas de este colectivo, y por último, el decreto que regula la entrada de las ETT en el ámbito de las administraciones públicas. Por ello, concluye Rodríguez: “la hoja de ruta en nueve meses está completa”.
Solo lamenta que la reforma de la negociación colectiva haya acabado en decreto ley, aunque “hubiera sido mejor por consenso”, pero pese a que “el acuerdo estuvo ahí” y se truncó en un “fin de semana”, al haber estado al tanto en todo el proceso previo “pudimos tener una respuesta inmediata”, ya que se conocían los puntos en los que coincidían, la orientación… “el camino estaba recorrido”, y la reforma del Gobierno “se situó en ese camino” que empresarios y sindicatos abandonaron “un cuarto de hora antes de acabar”. El Gobierno no pudo abdicar de su responsabilidad y hacer esta reforma, otra de las piezas clave del cambio de modelo del mercado de trabajo.
Todas las reformas emprendidas, en las que “hay que profundizar más, no producen efectos de la noche a la mañana, porque toda reforma pretende ser un marco para empezar a actuar en otra dirección”. Y ese cambio de modelo ha requerido cambios en el mercado laboral, en los Servicios Públicos de empleo (Sepes), agencias privadas de colocación, dialogo social, plan de choque tiempo parcial y protección a este tipo de contratación, reforma de las políticas activas de empleo, que cambia su eje; expedientes de regulación de empleo, q cambia cómo se van aprobar; la reforma de la negociación colectiva y todas las cosas que ordenaba (ETT, sectores de actividad peligrosa… todas esas son las piezas “una a una para cambiar el modelo de mercado de trabajo”. Pero sus efectos no se podrán ver hasta cuando “estemos en situación de normalidad económica… de momento las piezas están encajando”.
Previsiones
De momento, aunque es reacia a hacer previsiones, María Luz Rodríguez confirma que las previsiones para este año en creación de empleo se mantienen: se crearán entre 40.000 y 50.000 empleos netos. “Me parece un poco frívolo intentar jugar a ser adivina, porque detrás de cada numero o previsión hay una persona, pero todo parece apuntar que estamos en el principio de… o llegando al final. Todos sabemos que la situación de salida de esta crisis y la recuperación del empleo va a ser lenta, compleja y difícil porque se ha caído un sector entero de actividad productiva, el sector de la construcción, que no volverá a ser lo que fue”. Y porque todavía hay que dar respuesta a más de 4,1 millones de trabajadores en paro, la secretaria de Estado concluye que “no conviene engañar a la ciudadanía diciéndola que vamos a tener empleo de un día para otro, porque la crisis que hemos tenido y la pérdida de empleo que hemos tenido es estructural”.
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