«UGT y CC.OO. hemos convocado una huelga general y si hiciera falta convocaríamos otra huelga general», declaró Toni Ferrer antes de participar en el Consejo Confederal que celebra hoy UGT para analizar las elecciones del 22-M y la reforma de la negociación colectiva.

Aún así, quiso dejar claro que las centrales apuestan por el diálogo ante la «responsabilidad» que exige la crisis y el «drama» de casi cinco millones de parados. «Responsabilidad que se ejerce en la negociación y en la movilización», añadió.

Para Ferrer, tras la huelga general del pasado 29 de septiembre se abrió una nueva etapa que posibilitó el pacto anticrisis, por lo que aseguró que los sindicatos están «convencidos» de que las políticas se pueden «reorientar» desde la negociación.

Después de que miles de personas salieran ayer a la calle para protestar contra los recortes sociales, el líder sindical consideró que estas reivindicaciones «convergen claramente» con las pretensiones de los sindicatos, como la oposición al Pacto por el Euro Plus.

En cuanto a la reforma de la negociación colectiva, que se debe convalidar este miércoles, Ferrer temió que pueda ser «empeorada» en su tramitación, al sospechar que algunos grupos parlamentarios intenten eliminar la ultraactividad que limita la reforma. «Esto sería algo completamente lesivo para los derechos de los trabajadores», afirmó.