Las Bolsas europeas temen que las promesas de Trump sean el cuento de la lechera y queden en agua de borrajas. Nadie da un duro por la reforma fiscal.

Lo que le faltaba al loco temerario al que los americanos hicieron presidente era un escándalo de filtración a los rusos de información secreta. A pesar de los desmentidos de Trump y su entorno, la historia coge cada vez mñas fuerza y nadie cree al presidente.

Trump está cada vez más aislado. Ya se puso de manifiesto el día que tiuvo que retirar la votación sobre el ObamaCare y ahora todo apunta hacie que su debilidad es extrema y que los propios republicanos son más proclives a boicotear sus iniciativas, empezando por la de la mal llamada reforma fiscal.

Recordemos que han presentado una cara de un folio con las medidas que iban a tomar. Ni un solo estudio serio acerca de cómo repercutiría en las arcas públicas, sobre la evolución del déficit… Y esas cosas han enconado a buena parte de los republicanos para quienes el déficit es un auténtico tabú.

Total, que puede que la reforma fiscal, prometida nunca vea la luz y menos con un presidente tan acorralado como el que ahora mismo ocupa la Casa Blanca.

En este estado de cosas, las Bolsas europeas han aprovechado la jornada para hacer una limpieza épica; el euro, para fortalecerse de nuevo y los inversores en general para vender dólares a mansalva y refugiarse en donde han podido, desde el oro al yen.

El resultado ha sido bastante negativo, con el Ibex perdiendo de nuevo el nivel de los 10.800 puntos:

Y con el Dax experimentando su peor caìda desde el 2 de noviembre del año pasado a pesar de ser el más moderado en la bajada entre los grandes índices europeos:

Lo peor es que no tiene pinta de que vaya a ser flor de un día…

Al cierre, el Dax perdió un 1,35%, el Ibex un 1,79%, el CAC un 1,63% y el Eurostoxx un 1,62%