Laure Briard canta al baile y a la reflexión
Su álbum “Sur la piste de danse” nos da otra visión de la música francesa
Recordar a Françoise Hardy en ocasiones, a Polnareff y Dutronc, en otras y en muchas, a nadie por la originalidad de sus propuestas dice mucho de un artista. En este caso, la francesa Laure Briard. Pero si, además, esas propuestas vienen recomendadas por Radio City, sabes que estás ante una artista con garantías de brillantez, clase y emoción. De todo esto hay en el álbum “Sur la piste de danse”, segundo de su carrera.
El disco recorre muchos estilos, cantando al baile y a la reflexión. Se detiene en la balada melancólica rota por unos arreglos valientes y atractivos, como pasa en la canción que titula el disco. Recoge también la heterodoxia y la facilidad del estribillo de Jacques Dutronc en “Chat”. Luego se remansa, subyugante, en “Je M´eloigne” y se viste de France Gall en la deliciosamente pop “Que reste-t-il”
Hay muestras de su amor por los sesenta y cautiva con “Le Roi du R´N´Roll”, donde se dan la mano Kinks, The Rokes y Small Faces para bailar en el patio del cole. Pero Briard también es presente y futuro e innova en la electrónica disco en “Dalida” y en la bossa nova más moderna y atrevida en “Je vole” y “Laure”. Con ella se podrá bailar y disfrutar el próximo 5 de noviembre en la sala El Intruso de Madrid.
Sello: Midnight Special. Precio: 18. Discografía: “Revelation”, “Sur la piste de danse”.Influida por: Françoise Hardy, Broadcast, Michel Polnareff, La Bien Querida.
Benjamin Schoos rompe estereotipos
Concede a la lengua francesa otras oportunidades rock
Aunque el nuevo álbum de Benjamin Schoos utilice el inglés para su título, “Night Music, Love Songs”, y para el primer tema ,“I Love You”, las otras seis canciones están tituladas y cantadas en francés, el idioma que habla el autor por haber nacido en la Bélgica francófona.
Y Schoos ofrece a este idioma una oportunidad para sacarlo de los estereotipos, aquellos que hablan de la grandeur, la épica, la lágrima fácil y la erre gutural. Es su cuarto álbum en solitario y sigue al brillante “Beau Futur”, aquella fantasía electrónica que contaba, a ritmo de rock y baladas, historias sobre astronautas y pueblos italianos.
En esta ocasión, las mujeres y la noche son las musas que más inspiran al cantante. Pero no se queda ahí. El jazz suave y sensual y el pop más soleado ayudan también a confeccionar un disco premonitorio de la música del futuro que no desdeña a clásicos como Erik Satie o Serge Gainsbourg, quienes, en su momento también rompieron estereotipos.
Sello: Green Ufos. Precio: 17. Discografía: “Une derniere danse”, “China Man vs China Girl”, “Beau Futur”. Influido por: Henri Salvador, Stereolab, Gainsbourg.
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