«La sanidad vivirá una revolución digital”

03/06/2016

diarioabierto.es. José Antonio Martín, autor del libro 'La oportunidad digital de la sanidad', defiende que el sector sanitario "debe de vencer la inercia tradicional para innovar en modelos de negocio e incorporar canales remotos de atención que aumenten la accesibilidad y la eficiencia".

La Fundación Ramón Areces ha editado el libro ‘La oportunidad digital de la sanidad’ presentado el pasado 30 de mayo en el marco de un Simposio Internacional sobre salud digital que reunió, entre otros, a los CEOS de ClickMedix, Sentrian y Saluspot y a directivos de IBM, Roche, McKinsey & Company y Heidrick & Struggles

La sanidad digital, un término paraguas que engloba diferentes nuevas tecnologías y modelos asistenciales, «lejos de ser algo futurista, es un fenómeno actual y en alza», explica el doctor José Antonio Martín, experto en nuevas tecnologías y e-health.

«A la vista de lo que ha ocurrido en otros sectores de actividad, como los casos de Uber o Airbnb en el turismo, esta revolución quizá sea imparable. La industria sanitaria, tan estable durante tantas décadas en los modelos de negocio dominantes, sufrirá una revolución similar. En el futuro, aunque hoy parezca improbable, puede que algunas de las grandes empresas de provisión sanitaria no tengan camas hospitalarias, ni quirófanos, ni consultas físicas; que en sus plantillas tengan tanta importancia nuevos perfiles, por ejemplo científicos de datos o expertos en usabilidad, como los médicos o los enfermeros. Esto supondrá un desafío para las organizaciones y profesiones sanitarias de hoy, que deberán defender su posición, pero también una gran oportunidad para estos y para nuevos actores en el mercado sanitario. Además, el consumidor y el paciente verán ampliada la diversidad de servicios disponibles y de canales a través de los que éstos pueden distribuirse», añade el autor.

Defiende Martín que «la entrada de la sanidad en la era digital obligará a revisitar la consulta médica: cómo se agenda y conduce, cómo se captura, explota e integra la información que se genere». «Las nuevas tecnologías digitales provocarán, previsiblemente, cambios muy importantes en la estructura de la industria sanitaria con modelos de negocio rompedores y por la expansión geográfica de los mercados médicos, que dejarán de ser estrictamente locales», afirma. Como leemos en este libro, son muchas las compañías tecnológicas que están estableciendo colaboraciones con el sector sanitario tradicional y que «reclaman su derecho a jugar» en él (Apple, Microsoft, Google, Qualcomm, IBM…).

Como explica el doctor Martín, «la prestación de servicios médicos ha sido tradicionalmente una actividad casi exclusivamente presencial y que opera en mercados locales. La utilización de tecnologías digitales de información y comunicación permite realizar remotamente -y en algunos casos de manera automatizada como en los pacientes crónicos- servicios que antes solo podían prestarse en persona». En este punto, recuerda cómo, según la OMS, las enfermedades crónicas provocan ya más de dos de cada tres muertes en el mundo (39 millones de muertes por año). «Más allá de eso, estas innovaciones también abren la puerta a la expansión geográfica, incluso a la globalización de los mercados médicos», añade.

Una gran oportunidad

Para este experto en e-health, «la digitalización de la sanidad es un imperativo, pero también una oportunidad». «Una oportunidad para los sistemas públicos de salud, que pueden lograr grandes mejoras de accesibilidad y de eficiencia con la incorporación de canales digitales de prestación. Una oportunidad para las organizaciones que intervienen en la industria sanitaria, que pueden mejorar su posición competitiva mediante la utilización de canales digitales en sus procesos de negocio, especialmente en la atención de pacientes. Una oportunidad también para el médico, que dispondrá de nuevos datos y herramientas para el diagnóstico y el seguimiento de pacientes, añadiendo a su arsenal terapéutico la ‘prescripción digital’ (la prescripción de apps y de dispositivos de monitorización remota, de modo similar a como se prescriben medicamentos u otras terapias)».

Llama la atención que estas nuevas herramientas -por ejemplo de telemedicina y gestión de pacientes crónicos en remoto- estén expandiéndose con fuerza por Estados Unidos y en países emergentes, mientras en Europa su implantación sea mucho más lenta. «En nuestro medio, la velocidad de adopción de estos nuevos formatos de atención sanitaria dependerá en gran medida de la actitud del Regulador y del sistema público, pero también de las acciones de los actores privados que participan en el sector, de los médicos y de los consumidores», explica Martín.

«La medicina y la sanidad tienen la oportunidad histórica de aprovechar -lo antes posible- el impulso renovador que ofrecen estas nuevas tecnologías digitales. El estado de la tecnología permite ya hoy prestar de forma remota muchos servicios médicos que anteriormente sólo podían ser provistos presencialmente. Estos nuevos canales y modos de atender a pacientes y a poblaciones, sustitutivos o complementarios de los ahora existentes, pueden contribuir a mejorar de manera significativa la accesibilidad de los sistemas sanitarios, incluso en países sin los recursos asistenciales físicos adecuados, y también su eficacia y eficiencia», explica el doctor Martín. Sin embargo, «para que el potencial de la sanidad digital se manifieste en toda su plenitud, sin embargo, es necesario que el sector venza la inercia tradicional y resistencia al cambio organizativo, a la innovación en formatos asistenciales, que ha mostrado en el último medio siglo».

Mayor eficiencia

La aparición de nuevos formatos asistenciales es positiva para el consumidor y el paciente, que dispone de nuevas opciones para resolver sus necesidades -de preservar su salud, de manejar su enfermedad- y probablemente también deseable desde un punto de vista macroeconómico por aumentar la intensidad de la competencia en los mercados sanitarios, que puede resultar en un mayor valor de los servicios (mejores resultados de salud para un nivel determinado de coste o gasto sanitario, o viceversa). En este punto, el autor del libro recuerda cómo la sanidad representa en torno al 10% del PIB de un país desarrollado, por lo que «cualquier mejora también representaría un importante ahorro en los costes».

Para el autor del libro, esa digitalización también hace avanzar la ciencia médica, poniendo como ejemplo las nuevas vías para investigar y diagnosticar la enfermedad a través del Big Data. Al mismo tiempo, advierte que «los formatos digitales son complementarios de los presenciales» y defiende que «no es concebible una atención sanitaria exclusivamente remota (igual que pronto no lo será lo contrario). «En el futuro nos encontraremos con una combinación de ambas vías, especialmente en el manejo de enfermedades crónicas», vaticina.

¿Por qué ahora?

Explica Martín que, aunque la tecnología posibilita esos nuevos modos de trabajar en medicina desde hace mucho tiempo, en este momento confluyen varios factores que invitan a pensar en que la transición puede estar en ciernes: «De un lado, la consolidación progresiva de la visión de que los servicios tienen que demostrar aumentos de valor (cociente entre resultados asistenciales y costes) se está empezando a reflejar en la regulación y en los mecanismos de pago, que tradicionalmente habían favorecido el aumento de la actividad en esquemas de pago por servicio. Este cambio favorece el crecimiento de modelos de provisión basados en la prevención primaria y secundaria y en la gestión activa de la enfermedad crónica. De otro, la revolución digital, con el aumento de la conectividad de banda ancha, el crecimiento exponencial del tráfico de datos, la aparición de nuevas modalidades de comunicación (entre personas, entre éstas y máquinas y de las máquinas entre sí) y de tecnologías como el Big Data, el Internet de las Cosas y la computación en la nube. Una revolución que está transformando industrias y cadenas de valor y que en los últimos años se asoma a la provisión sanitaria, con la irrupción de nuevos tipos de competidores.

Sobre el autor

José Antonio Martin es médico especialista en Alergología, MBA por Kellogg (Northwestern University) y fue becario de la Fundación Ramón Areces. Su experiencia profesional incluye posiciones en el Ministerio de Sanidad y Consumo, Miniclinic, McKinsey y Telefónica. Actualmente, el Dr. Martín es responsable de estrategia de mobile health en Bima, empresa especializada en la provisión de seguros y servicios médicos en países emergentes.

¿Te ha parecido interesante?

(+1 puntos, 1 votos)

Cargando...

Aviso Legal
Esta es la opinión de los internautas, no de diarioabierto.es
No está permitido verter comentarios contrarios a la ley o injuriantes.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.
Su direcciónn de e-mail no será publicada ni usada con fines publicitarios.