Pequeñas mentiras sin importancia ha sido un auténtico éxito en Francia, convirtiéndose en la película más taquillera del año con más de 5 millones de espectadores. Y definitivamente, 5 millones de espectadores no pueden equivocarse.

Les Petits Mouchoirs es una película divertida, triste, dura, entretenida; consigue acaparar toda clase de sentimientos en sus dos horas y media de duración.

La cercanía de sus personajes, tan reales como la vida misma, y lo cotidiano de sus escenas, hacen que el espectador se olvide de que se encuentra en una sala de cine para transportarse al universo de los protagonistas, como su fuera uno más del grupo.

El secreto de su director Guillaume Canet, es el de contar una historia auténtica con cierto toque de tristeza, pero sin caer en el dramatismo, con grandes dosis de humor y sin pretensiones.

Este canto a la amistad, por encima de todos los defectos, errores  y mentiras no sólo es la mejor película francesa del año sino probablemente una de las mejores películas del año a secas.

El que quiera reír, el que quiera llorar, el que quiera ver el trabajo de buenos actores, el que quiera ver una historia auténtica, todos ellos, deberían ir a ver Pequeñas mentiras sin importancia que se estrenará en cines el 27 de mayo.