Éramos punks que escribíamos poemas en el cartón amarillo de las carpetas; éramos punks de insti y mirada triste porque en Madrid ya no quedaban punks. Yo era el último punk y me iba a Discoplay a comprarme discos de Eskorbuto, La Polla Rekords y Kortatu.

Luego me dejé el pelo largo por tardía influencia grunge y después me lo corté y luego (ahora) me he vuelto a dejar melena comanche. A la vejez, viruelas. Pero mi corazoncito sigue siendo punk.

Por eso vi en La Buena Vida esta Pasión y muerte de Iosu Expósito y compré. Los últimos días del carismático líder de Eskorbuto literaturizados por Beñat Arginzoniz.

Una novela melancólica y crepuscular sobre un mundo desvanecido: aquel  paisaje en ruinas desde el que emergió el rock radical vasco. Santurce oscurecido por el humo sucio de las fábricas, disparos en la noche, desaparecidos, lluvia.

Iosu Expósito se muere y a su alrededor el universo sigue girando. Es un yonqui con buenos modales y un talento inmenso para convertir la rabia en himno generacional.

Contra todo y contra todos. Así era Eskorbuto. Irritaba a ETA y a sus próximos, a las fuerzas de seguridad del Estado, a los de derechas y a los de izquierdas. Y a la juventud que buscaba rebelión y calimotxo le cuadraba 100% aquel alarido iracundo de sus canciones.

El caso es que Pasión y muerte de Iosu Expósito resulta una novela poética tan imperfecta como fascinante. Un homenaje póstumo ejecutado desde la emoción sincera y escrito con ese exceso de lirismo punk que tanto me gusta (y que tanto practico yo mismo).

Me refiero a que Beñat Arginzoniz escribe: “Ha llovido durante toda la noche, como una plegaria o una oración secreta para que el día no salga. Y la lluvia tiene la forma inacabable del llanto, el rostro interminable de la tristeza. En el cristal resbalan las gotas, miras a través de una lágrima y recuerdas”.

Ese es el tono. Pero está bien. Beñat Arginzoniz tal vez derrapa en alguna curva y acaba en la cuneta. Aún así Pasión y muerte de Iosu Expósito es un libro que se lee del tirón, página a página vibra una pasión que nos conmueve.

La historia de Iosu Expósito es una historia triste. Le mata la heroína. Como a su camarada Juanma, también caído por obra y desgracia de la aguja. Eskorbuto se quedó en uno y siguió adelante pero nunca sería igual.

En realidad, Eskorbuto había nacido para morir joven.

Eskorbuto es un exabrupto adolescente y esa es la belleza que exhibe su irregular y brevísima discografía.

Pasión y muerte de Iosu Expósito es un buen libro. Testimonio de una época en la que el punk fue grande.

Regresemos al punk.

(Y especial mención –que se me olvidaba- a las ilustraciones de Florentino Aramburu, alias Detritus: un aguafuerte con tinta de viejo fanzine, pinturas negras como las ilustraciones de un antiguo vinilo. Perfectas para un libro así).

Pasión y muerte de Iosu Expósito. Beñat Arginzoniz. Ediciones El Gallo de Oro.