Este indicador es de los raros y requiere algo de trabajo por parte del especulador, porque hay que «mantenerlo», pero sus resultados son absolutamente espectaculares. El haberlo descubierto, como tantas otras cosas, se lo debo a Stan Weinstein, cuyo sistema lo utiliza desde tiempo inmemorial, aunque también debo agradecer a un españolito de a pie, Ángel Matute, el haberme introducido de lleno en los denominados «indicadores de amplitud», de los que deriva este «momentum». Para quienes quieran profundizar en estas materias, Ángel Matute está a punto de publicar un libro que llevará por título «Enséñame la pasta» en el que desgrana sus profundísimos conocimientos sobre la materia. Yo ya me he pedido un ejemplar porque es de lectura indispensable, que hace mucho tiempo que no les recomiendo lecturas y aunque ésta no está todavía en el mercado se supone que para el mes de mayo lo estará. Si en el libro consigue explicar la mitad de bien los «indicadores de amplitud» de como me los ha desgranado a mí, va a ser una auténtica gozada.
Una vez hechas estas aclaraciones e introducciones, vamos al grano con el «momentum». Lo primero que hay que establecer es de dónde sale este indicador y cómo se calcula. Sale de línea de diferencias netas de valores en avance y en retroceso del New York Stock Exchange (Nyse) y se calcula en términos diarios. Cada día en el Nyse avanzan un determinado número de valores y retroceden otros y esta información es publicada en multitud de sitios web. De hecho existen históricos con los datos diarios de avances y retrocesos. Pues bien, cada día se calcula la diferencia entre los valores que suben y los que bajan y se apunta. Es muy útil una tabla de Excel para este cometido ya que una vez se calcula una celda se calculan todas si se aplica la misma fórmula. Pues bien, el «momentum» es la media simple de 200 periodos de este dato diario, operación que un Excel también nos calcula en un periquete.
Ahora bien, hay que hacer una aclaración fundamental. El Nyse no es la Bolsa de Nueva York, ni el Dow Jones, ni el Nasdaq. El Nyse es uno de los tres mercados principales que existen en Estados Unidos (Nyse, Nasdaq y Amex) y muchos de sus valores están incluidos en los índices de referencia, pero no es un índice en sí mismo (aunque sí exista el Nyse Composite). Conviene no confundir este concepto porque es fundamental para la búsqueda de datos.
¿Y qué tiene de milagrosa esta media? Una imagen vale más que mil palabras, pero antes de ponerla les intentaré describir lo que hace: define si debemos operar del lado largo o del lado corto y cuando se produce un cambio de ciclo. Vean este gráfico y asimilen la información que proporciona el «momentum»:
El procedimiento es fácil. Con el momentum (línea rosa) por debajo de cero, las probabilidades de que el mercado desarrolle una tendencia bajista aumentan exponencialmente y cuando cruza la línea de cero hacia el terreno positivo podemos establecer que comienza una pauta alcista. Por tanto, la primera información que nos conviene buscar en el «momentum» es si está por encima o por debajo de cero.
Pero no paran aquí las aplicaciones del indicador. Les he puesto el gráfico que abarga desde 1981 hasta el comienzo del Crash de 1987 para que vean cómo el «momentum» fue advirtiendo del peligro. El índice SP-500 subía y subía pero el momentum no avanzaba en el mismo sentido. Trazando unas líneas simples de soporte y resistencia se puede apreciar mejor que dió hasta dos avisos y quien supo verlos evitó perder con el famoso Crash. El comportamiento habitual del «momentum» es de aviso. Suele dar hasta dos, como ocurrió en este caso, antes de que el mercado entre en una corrección severa. Dirán que no es tan eficiente, porque se recuperó del primer paso a negativo, meses antes del propio Crash. Fíjense bien en ese comportamiento porque es una de sus pautas más claras. Pasa a negativo (casi nunca por debajo de menos 30) y vuelve con fuerza a terreno positivo para volver a perder fuerza.
Stan Weinstein cuenta que recomendó a sus seguidores deshacer sus posiciones cuando vio la línea del momentum volver hacia el cero como una bala, tres días antes del Crash, en plena cresta de la ola de las cotizaciones. Tres días después, el índice perdió un 25% en una sola sesión, la mayor caída de la historia en un solo día. ¿Es efectivo o no es efectivo? Si en un sistema de medio plazo tenemos un «avisador» del momento en que no es conveniente mantener las posiciones, tenemos una joya.
Me dirán que esto del Crash es ya historia y seguramente prefererirán saber qué está pasando ahora, así que les he preparado también el gráfico actual:Observarán en esta imagen que el indicador no funcionó excesivamente bien a la hora de marcar el «tempo» en la caída que siguió a la explosión de la burbuja tecnológica pero, en cambio, sí funcionó a la perfección a la hora de avisar del cambio de tendencia, con un nuevo pico en negativo y paso a positivo con fuerza. Como no usaremos este indicador de forma aislada sino en conjunción con los demás no tendremos problemas, ya que la media ponderada de 30 periodos no estuvo positiva en la caída de las tecnológicas, así que tampoco habríamos tenido «luz verde» para largos. En todo caso, habríamos dudado más con los cortos, pero mejor pecar por prudencia que por exceso, que no estamos aquí para que los leones se queden con nuestro dinero.
A partir de la entrada en positivo, ya pueden observar por ustedes mismos. Periodo al alza, primer aviso de la línea rosa al perder su línea de tendencia, un segundo aviso al perder una segunda línea y entrada en terreno negativo, por poco tiempo esta vez pero no siempre es así. Una vez superadas las resistencias marcadas, tanto en el índice como en el índicador, habría otra vez vía libre para los largos, hasta el momento en el que, otra vez tras dos avisos, llega la definitiva. Tanto el SP500 como el indicador pierden sus soportes con rotundidad y el momentum entra abruptamente en zona negativa, superando el valor -30 casi a las primeras de cambio. Ahí se cerrarían los largos y empezaríamos a diseñar operativas cortas mientras el indicador y la media ponderada de 30 periodos siguieran dando señales de mercado bajista.
El cambio de tendencia fue definitivamente corroborado por el «momentum» de nuevo y por eso estamos ahora mismo en operativas largas, aunque el indicador ya ha dado los dos avisos de rigor. No se extrañarán entonces de por qué hay más de uno y dos «gurús» que están hablando ya de una «corrección inminente» en el mercado. Siguiendo este indicador no nos sorprende ni lo más mínimo este aviso. De hecho, el indicador ya ha avisado, sólo habrá que ver cómo se comporta en el inmediato futuro por si aún fuera posible otro tramo al alza, que se produciría si el momentum vuelve a repuntar con fuerza.Si no repunta, cerraremos los largos en cuanto cruce la línea que separa el bien del mal: el cero.
Es curioso que un indicador «de andar por casa» y casi de «bricolaje bursátil» pueda proporcionar tanta información y de tal calidad, aunque si lo pensamos bien tiene su lógica. Está basado en una diferencia entre valores que suben y bajan cada día, lo que equivale a decir que mide la «salud» de una subida. Cuantos más valores suban, más sano será el ascenso y si sólo suben unos pocos y los índices siguen subiendo es señal de que suben sólo los más potentes, con mayor peso en los índices, y que al final se agotarán y no habrá «recambio», propiciando un recorte severo en los índices.
Nos vemos en el parqué
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