Extraño salón

06/06/2014

Daniel Serrano. La penúltima contribución poética del porteño de Malasaña que más ha engrandecido la literatura nocturna de Madrid e inmediaciones.

Escribe Marco, de 8 años: “¿Por qué te fuiste/dejándome sin tu amor/en este extraño salón?” Es la canción de un niño pero en esa invención hay un hallazgo poético inesperado: extraño salón.

Dos palabras que, por azar, quedan dispuestas juntas y provocan una evocación inquietante.

Extraño salón.

libroavionesLa poesía es eso: palabras que se colocan una detrás de otra contraviniendo toda norma y protocolo (aunque respetando una matemática muy precisa) y que nos conducen a lugares nuevos.

Los niños son muy buenos poetas. También los borrachos, algunos adolescentes y los viejos a los que no les importa llevar camisas floreadas o gorras de marinero (Alberti señaló el camino).

La poesía ha vuelto a los bares y los santos bebedores de hermosa alma decrépita aprovechan la ocasión para acostarse con ninfas que escriben libros de poesía y se pintan los labios de rojo fuego.

En fin, que me dicen que no sólo de best-sellers para señoras vive la Casa del Libro y que allí Marwan, el cantautor, vende miles de ejemplares de sus poemarios, y que Carlos Salem, el corsario de Malasaña, tiene más groupies que tuvo Jim Morrison en vida y muerte, y que Diego Ojeda, también cantautor, anda en plena aventura editorial y con sus libros y sus éxitos y su legión de poetas al asalto del Palacio de Invierno.

#follamantes de Carlos Salem sale en la editorial Alsari Libros y es la penúltima contribución poética del porteño de Malasaña que más ha engrandecido la literatura nocturna de Madrid e inmediaciones.

O sea, me refiero a que a alguien que titula un poema Texto de una whatsapp que no te envié porque me cortaron la wifi merece un respeto.

O que escribe: Siempre andamos amaneciéndonos tu y yo, incluso por las tardes.

Y : Vas abriendo callejones a tu paso, buscando sin buscar la puerta que da al patio de los sueños.

Canela fina.

Y luego está el citado Diego Ojeda, cuyo libro se titula (muy bonito) A pesar de los aviones.

La única ciudad/ a la que nunca regresaré/ se llama adolescencia, sentencia Diego. Y: Fuimos tantas veces por la calle equivocada/ que nunca aprendimos a correr/sin mirar atrás.

El otro día, en un recital de poesía y música donde descubrí Taller de Somnis (o sea, a Joan Camps y Mike LaMotta), pensé algo que, cómo no, exprese al medio minuto en forma de tuit: A veces hay poemas imperfectos de una imperfección hermosísima. De hecho, creo que los mejores poemas son imperfectos.

Extraño salón.

Cosas así.

La poesía es un niño mirando el mundo y curándose el susto con preguntas.

Marco, de 8 años, preguntó: ¿Y si nos vamos de aquí y desaparecen todos los árboles y yo jamás lo llego a saber porque ya nunca volveré?

Extraño salón.

Sí.

#follamantes. Carlos Salem. Alsari Libros. 130 páginas.

A pesar de los aviones. Diego Ojeda. Noviembre. 92 páginas.

¿Te ha parecido interesante?

(+2 puntos, 2 votos)

Cargando...

Aviso Legal
Esta es la opinión de los internautas, no de diarioabierto.es
No está permitido verter comentarios contrarios a la ley o injuriantes.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.
Su direcciónn de e-mail no será publicada ni usada con fines publicitarios.