El 3 de abril de 2012, a los 93 años de edad, fallecía el genial artista. Muchos de sus compañeros y admiradores recibieron la noticia como el presagio de una orfandad inevitable, de la señal de que el periodismo ya jamás sería como hasta entonces. Ahora su viuda, Isabel Vigiola, y uno de sus innumerables «huérfanos», el escritor y periodista Antonio Astorga, han rescatado doscientas piezas inéditas del taller del maestro en un volumen que publica Edaf con el título de «Mingote Reservado».

Descubre la obra el más de medio centenar de chistes censurados a Mingote en ABC durante las décadas de los no tan felices 60 y 70. Los motivos: hablar de religión, política, justicia o sobre la guerra de Vietnam. Eran tiempos difíciles, de afilar el ingenio para burlar a los implacables guardianes de la dictadura. La libertad absoluta con la que trabajaba el dibujante chocó con el departamento de Censura del Gobierno, que devolvió estas piezas sin la autorización pertinente para que pudieran ser publicados en el periódico.

También ven la luz sus primeros dibujos conocidos, que realizó en el frente de Castellón en 1938, que sirven para reconstruir su trayectoria en una guerra incivil que desangró a España y que le llevó además al frente de Teruel y al de Barcelona. Los dibujos de aquel entonces, 29 , realizados en un cuaderno de papel de carta, llevan la firma de «Ángel Antonio», un recién estrenado alférez provisional. No son imágenes bélicas: caricaturas, paisajes y alegorías de las estaciones componen sus creaciones. Además se desvelan parte de las memorias que empezó a escribir hacia 1987 y un cuaderno de textos y dibujos de su etapa en la Academia de Guadalajara.

Completan el volumen bocetos desconocidos, manuscritos y cartas que se publican por vez primera y tres cuentos inéditos ilustrados por el artista. Entre estas «intimidades» se hallan la correspondencia del dibujante con su madre, cartas de amor de Mingote a su esposa y algún soneto, como uno que Mingote dedicó a su mujer durante una época en la que dormían poco. Inspirado en el famoso poema de Lope de Vega, dice así: » Este insensato amor, tan razonable / tan seguro camino, tan incierto, / tan dormido el temor y tan despierto / tan movedizo amor, tan inmutable. / Un claro porvenir, inescrutable; / Un cálido refugio, a cielo abierto: / arisco pedregal, florido huerto / movido afán, quietud insoportable. / Bien despiertos, mi amor, los dos soñamos / esta contradicción, que nunca cede, / la soñada vigilia en que vivimos. / Soñamos nuestro amor y vigilamos, / Despiertos, este sueño que sucede, / Y sucede, mi amor, que no dormimos.

Los cuadernos y notas manuscritas exponen el pensamiento mingotiano, como estas líneas de 1980: «Miré los muros de la patria mía, los he vuelto a mirar y he leído un letrero que se repite aquí y allá. Un lema escueto: “España o muerte”. Lo que está claro es que alguien quiere matar a alguien en España por España, contra España, sobre España, con o sin España (…) Ante tan lamentable panorama, en medio de tanta desolación intelectual, el humorista, que no es un intelectual, pero que aspira a reflexionar sobre las cosas en su modesta medida y contar después las reflexiones que le parezcan más divertidas o útiles, se siente acosado por las intransigencias, los fanatismos, las incomprensiones. Por el momento, yo tengo que esforzarme muchas veces para no regalarle mi lápiz a un pobre y echarme a llorar. ¿Está deteriorado el humor? Estoy deteriorado yo».

La Feria del Libro de Madrid acogerá el próximo 3 de junio la presentación en sociedad de «Mingote reservado».