En busca de la Argentina

09/05/2014

Daniel Serrano. Martín Caparrós en ruta de Jujuy a Chumbicha. Eldorado, Famaillá, Resistencia. Moisesville, donde arribaron los primeros judíos de la Argentina.

Un viaje al interior de un país inmenso y el talento de periodista de Martín Caparrós y el talento de literato de Martín Caparrós y su eximio bigote.

“Alguna vez voy a escribir la teoría de la recta: rutas argentinas hasta el fin”.

Martín Caparrós se echa a la carretera en busca de su país, hacia ese interior de inmensidades que es Argentina. Lo explica en la primera frase del libro: “Si es por buscar, mejor que busques –solía decirme- lo que nunca perdiste”. Y añade: “La Argentina es una entelequia”. Y bueno. Qué de malo hay en perseguir una entelequia y, sobre todo, si se hace con la prosa bellísima de Caparrós y su ironía y su pizca poética que sazona un texto hermoso y certero en el retrato de una compleja realidad.

Lo de compleja realidad se dice siempre aunque, tal vez, la realidad no sea tan compleja como creemos y todos seamos de un mismo lugar y no tan diferentes o, en fin, y quién sabe.

Martín Caparrós explora su propio país con ojos de viajero desprejuiciado y resulta que en Rosario, por mucho que se empeñen los rosarinos, no halla a las mujeres más guapas de la Argentina en el rato que se pasa sentado en un banco de una de las avenidas de la ciudad.

Para mí (para este lector disperso) Argentina es Buenos Aires, Palermo, Eterna Cadencia, una excursión al Delta de Tigre, la casa Le Corbusier en La Plata, en fin, cuatro aceras y un horizonte plano por la ventanilla del auto (pero aceras y horizonte tan amados).  Y precisamente por eso este libro me ha arrebatado extraordinariamente. Porque estoy leyéndolo y visitando la Argentina que tendré forzosamente que desentrañar, y conociendo ese paisaje a través de las palabras de uno de los mejores escritores de aquel país, y a su gente, y esa jodida presencia de los pobres en cada sitio, en un país tan rico, tan culto, tan civilizado.

¿Y dónde no hay pobres? Pero Martín Caparrós no se hace esa pregunta cínica y habla con ellos y nos cuenta la miseria y lo malo y lo bueno. Nos enseña a los gauchos y a los intelectuales, a los tontos y a los listos, y a todos esos compatriotas que miran de reojo a Buenos Aires, recelando siempre.

El interior es la verdadera Argentina. Pero ¿qué es el interior? Martín Caparrós salió al encuentro de su país a bordo de un viejo coche y  escribió 684 páginas que leo y disfruto palabra a palabra.

Un hermoso libro.

El interior. Martín Caparrós. Malpaso. 684 páginas.

¿Te ha parecido interesante?

(+7 puntos, 7 votos)

Cargando...

Aviso Legal
Esta es la opinión de los internautas, no de diarioabierto.es
No está permitido verter comentarios contrarios a la ley o injuriantes.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.
Su direcciónn de e-mail no será publicada ni usada con fines publicitarios.