El premio Pulitzer Lawrence Wright ha realizado un exhaustivo trabajo de investigación acerca de una religión fundada en el siglo XX y cuyo mayor activo es haber reclutado para su causa a estrellas de Hollywood como Tom Cruise y John Travolta.
Cienciología: Hollywood y la prisión de la fe contiene pasajes verdaderamente terroríficos. Los capítulos dedicados a la fundación de la Organización del Mar y el modo en que Hubbard convirtió en esclavos sin voluntad a los hombres y mujeres a los que recluyó en diferentes buques resultan escalofriantes. Y mucho más si se atiende a la descripción que Wright hace del Amado Líder: un mediocre escritor de noveluchas de ciencia-ficción que, de la noche a la mañana, se inventa una teoría pseudocientífica mediante la cual supuestamente cualquiera puede convertirse en un ser superior.
Maltratador, paranoico, mentiroso compulsivo… A Hubbard no le falta detalle para ser un supervillano de lo más estúpido y, sin embargo, fue capaz de seducir a una multitud de devotos que hubieran dado la vida por él.
¿Cómo alguien pudo creer sus cuentos? Es un misterio que, de hecho, este libro no revela. Cada cual tendrá que sacar sus conclusiones. Y Lawrence Wright ofrece todos los datos posibles para que el lector se haga su propia composición de los hechos. Siempre utilizando un tono respetuoso, sin pretender en ningún momento colocarse en una posición de superioridad. Wright se limita a articular un relato lo más objetivo posible. Periodismo en estado puro. Tal vez, a veces, echemos de menos cierta altura literaria. Pero, qué caramba, en los tiempos que corren nunca está de más algo de periodismo de verdad.
Y, sin embargo, hoy en día todavía hay miles de personas en el mundo que creen en la cienciología. El ser humano necesita fe, supongo.
Este es un libro verdaderamente notable. Muy interesante. Eso sí, la única razón de peso que hallamos aquí para profesar la religión creada por Hubbard es la que Wright menciona acerca del director de cine Oliver Stone: “La cienciología no respondió a sus preguntas; pero, señalaba Stone, al menos se follaba”. Algo es algo.
También resultan muy jugosas algunas revelaciones como, por ejemplo, la conversación en la que Tom Cruise planteó la posibilidad de presentarse a la presidencia de Estados Unidos. Sostenía el protagonista de Misión imposible que si Schwarzenegger podía ser gobernador de California, él podía aspirar a más.
Un buen libro para conocer a fondo las interioridades de una organización poderosa y con capacidad para recaudar cantidades ingentes de dinero.
Un poco de buen periodismo.
Cienciología: Hollywood y la prisión de la fe. Lawrence Wright. Debate. 531 páginas.
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Nota de la redacción
Ivan Arjona, Presidente de la Iglesia de Scientology de España, nos envía el siguiente escrito:
Me llamo Ivan Arjona, y soy el Presidente de la Iglesia de Scientology de España, inscrita por orden de la Audiencia Nacional, como entidad religiosa en el Registro especial del Ministerio de Justicia, con número 1304 de la Sección General A.
1) En primer lugar, el título del artículo es completamente insultante.
La Iglesia de Scientology es una entidad reconocida en muchísimos países y por muchísimas instituciones, como una entidad de beneficio público.
2) … un cretino integral del calibre de …
Hay millones y millones de personas en todo el mundo que se han beneficiado de las bondades de la obra del Sr. Hubbard, y por ello ha recibido innumerables agradecimientos por los descubrimientos realizados en pos de la mejora social.
3) … convencer a tantísimo incauto …
¿A caso el Sr. Serrano, considera ser más listo que todos y cada uno de los más de 12 millones de cienciólogos de todo el mundo? Con su declaración está llamando incauto a todos los cienciólogos. Es obvio que el Sr. Serrano se siente superior a los demás. Un insulto completamente inaceptable en una sociedad democrática y con libertad religiosa como en la que vivimos en el Siglo XXI.
4) … ese culto sectario …
Scientology está reconocida como entidad religiosa por la Audiencia Nacional, el Ministerio de Justicia, la Real Academia de la Lengua Española, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, la OSCE, Interpol, la Hacienda americana, así como infinidad de tribunales.
5) … convirtió en esclavos sin voluntad a los hombres y mujeres a los que recluyó en diferentes buques …
Otra acusación grave (desmerecida) que se parece mucho a una injuria y/o calumnia. Contrario a la sentencia del Sr. Serrano, lo cierto es que el Sr. Hubbard y su obra, son responsables del incremento de la libertad de muchas personas, personas que se han liberado de trampas mortales como las drogas, la opresión, la criminalidad, etc etc, por lo que no entiendo que nadie pueda vilipendiar a una persona que ha dedicado su vida al beneficio de los demás.
6 … Maltratador, paranoico, mentiroso compulsivo… A Hubbard no le falta detalle para ser un supervillano de lo más estúpido …
Otra acusación grave (desmerecida) que se parece mucho a una injuria y/o calumnia, además de difamación.
Al autor del artículo puede no gustarle Scientology, se pierde algo muy bueno, pero está en su derecho de que no le guste. Pero no tiene derecho a vilipendiar de la manera en que lo hace, incumpliendo además el Código Deontológico del Periodista y puntos de los Principios de Actuación.
Estoy casi seguro que jamás ha leído ningún libro del Sr. Ronald Hubbard, y mucho menos entenderlo, pues parece que prefiere leer libros con batiburrillos de la inmensidad de internet, y cual juez de la Inquisición, encasquetar su sentencia, que no información contrastada, haciendo así flaco favor a sus lectores.
Le hago una invitación honesta a informarse mejor. A pensar por sí mismo. De verdad, es bueno atreverse a pensar por uno mismo sobre las cosas y formarse su propia opinión tras observación directa, sobre todo para un periodista, para alguien, cuyo objetivo es informar a otros.
Atte. Iván Arjona
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