Sergi Arola, Sara y Josep María Fort en Vi Cool Lagasca

Sergi Arola tiene clara su apuesta por Vi Cool que pone al alcance de todos los públicos su cocina más desenfadada, centrada en tapas tradicionales reinterpretadas con maestría y emplatadas con modernidad. Por ello el chef catalán abre las puertas de nuevo restaurante en pleno barrio de Salamanca, un espacio perfecto para una comida sencilla e informal pero llena de sabores intensos de los que disfrutar sintiéndose cool.

Sala Vi Cool Lagasca

Una nueva apertura que sigue la línea pero que introduce novedades en la carta como los “Vicooooles”, mitad temaki y mitad kebab, sopas frías como un dashi de tomates asados, con tofu y espinacas salteadas o una original crema de setas, buñuelos de berenjena y yogurt al comino. Dentro de la sección “Dale a la lata”, dedicada a latas de conserva de primerísima calidad, que se preparan con deliciosas salsas, destacamos las almejas en salsa verde. Eso sí, ¿para qué cambiar lo que funciona con éxito? Así, continúan los inamovibles como Las Bravas de Arola, o la estrella de la casa: “las Coca-Pizzas”, finas, crujientes y elaboradas con harinas orgánicas y toppings como mojama, migas de atún, guindilla vasca y tomates.

Detalle mesa redonda en Vi Cool Lagasca

Y en un sitio cuyo primera sílaba de su nombre “VI” hace honor al vino (en catalán) no podía faltar el protagonismo de una selecta bodega a cargo del sumiller Daniel Poveda. Buen vino, buenas tapas y buena música en una sala que dirigen con gran acierto Sara Fort y su hermano Josep María.

Arola apuesta por una cocina para todos los públicos, para lo que propone un “Menú de Tapas” que incluye seis platos y un postre con un precio de 20 euros por persona o el “Menú Degustación Clásicos de Arola” que ofrece siete salados y dos dulces, por 30 euros. Una cocina original que también se puede saborear de lunes a viernes gracias a un menú del día por 12,90 euros.

Coca César con bacon, champiñones, dados de pollo y salsa César, Vi Cool

Buena cocina en un local donde se entremezclan lo moderno y lo clásico bajo el prisma de la interiorista y arquitecta Eva Palao. El resultado: un agradable restaurante en el que destacan los grandes vinilos del artista Roger Casas, donde el producto es protagonista. Agradables rincones donde las mesas se completan con sillas y sillones rodeados de libros de cocina, latas de conserva o una preciosa bodega. Para no perdérselo.