El líder de Velvet Underground, que hizo también teatro, cine, poesía y fotografía, falleció, por causas aún desconocidas, aunque todo apunta a los recientes problemas causados por la insuficiencia hepática que le habían obligado a un trasplante en el pasado mes de mayo.

Reed descolló, desde sus inicios en la Velvet Underground de Andy Warhol y John Cale, como un artista polifacético y heterodoxo amante de las emociones más fuertes y las drogas más duras. Su permanente inquietud por buscar nuevos caminos para el arte hizo que creara movimientos como el rock alternativo e independiente, el glam rock, discos dobles con una sola nota y un sonido chirriante o colaboraciones llamativas como la reciente con el grupo Metálica, bajo el título “Lulu”.

Si bien su gran aportación a la cultura fueron sus incursiones en el rock, pop, punk, heavy y lo que tocara, con canciones como “Walk on The Wild Side”, “Heroin”, “Sweet Jane”, “Perfect Day” “Lisa Say” o “Satellite of Love”, también se dedicó a innovar en campos como la fotografía, el teatro, la poesía, el cine y los musicales. Un genio que no nos dice adiós porque su obra siempre estará viva.