Despúes de inaugurar la pasarela 080 y por las horas que eran, nueve y media de la noche, Mango tuvo el buen gusto de invitar a una cena informal en los jardínes del centro de diseño DHUB.

Leticia Zuloaga, Jonathan Andic y Laura Vecino

La servía Jubany, que semanas antes habían cocinado la boda de Rosa Clará y las cosas como son, todo riquísimo y con mucho diseño presentadas. Por ejemplo, las patatas al alioli venían en cajas de madera como de fruteria y los fuet colgados en alambres, como si estuvieran oreándose.

A Olivia de Borbón, a la que el apellido ya le va pesando como una losa, gustándole mucho todo se retiró pronto, yo creo que la final de «Un príncipe para Corina» hizo estragos entre el blogerio y algunos invitados.

Claro que entre 800 amigos de Isak Andic había para quedarse y para irse. Marichalar estuvo lo conveniente y se fue. La noche estupenda y la torre Agbar, ese enorme megasupositorio de colores, lucía como una antorcha en rojos y azules, me pareció un poco del Barça, quizás porque estaba Laporta con una corte de señoritas rusas estupendas.

Helena Rakosnik, Joana Ortega, Isak Andic y Xavier Trias

No ví por el jardín a Laura Vecino, que estuvo en el desfile cerca de Pablo Rivero y Leticia Dolera. En cambio Diego Osorio, que llegó un poquito tarde al desfile es el que más se quedó en el cóctel posterior y nos sacó de dudas porque, con lo rica que era la cena de picoteo, no veíamos a las blogueras jovenes y es que se habían ido a ver la final de ·»Un príncipe para Corina» al hotel.

También opinaban así Esther y Marisol de Esma, que son como los enanitos de Blancanieves que trabajan sin descanso y no se las ve y hacen posible que el casting, la escenografia, la música y el atrezzo sea perfecto y encima sonrien sin parar.

A las dos Rosas Tous, interpretadas estupendamente en brillantes de su propia colección, se me pasó preguntarles si ellas también eran seguidoras de Corina y qué les había parecido que ganase Pascual, el jueves en Miriam Ponsa se lo pregunto.